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A pesar de ser un libro de 1000 páginas su calidad literaria es excelente y su narrativa hace que se pasen de forma rápida. La autora cuenta la historia de varias generaciones de una familia georgiana con unos personajes excelentemente creados. Hay relatos realmente emotivos y otros algo más flojos pero se nota un muy buen nivel de la escritora. Únicamente me hubiera gustado que tuviera un mayor contenido histórico y por eso la puntuación no llega a 5. Aún asi recomiendo leerlo. Tiene un estilo parecido a Dispara, yo ya estoy muerto.
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