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Crítica de carlotenia


carlotenia
08 October 2021
Después de un prólogo que al acabar la novela sabremos quien nos lo narra, vamos a conocer a Elsa, una chica peculiar que arrastra los problemas de una afección cardíaca de hace años, y con una familia rica, devota, intransigente y a la que sólo importan las apariencias, especialmente a sus padres. Viven en Texas de madera acomodada, pero Elsa no es feliz, se siente sola, su familia no la valora, prácticamente se pasa el día en su cuarto leyendo y soñando despierta que es una de las protagonistas de sus libros. No le permiten hacer nada, según ellos por protegerla, según ella porque no es una muchacha agraciada y nunca encontrará marido, al contrario que sus hermanas. Es mejor esconderla porque los avergüenza... Pero Elsa será muy especial y lo veremos nosotros cuando sigamos leyendo...

La novela comienza en 1921 y finaliza en 1936, cuando Elsa tiene más de 40 años. Vamos a encontrar lo que diríamos la primera parte, situada en Texas, y la segunda que va a estar situada en California, dos sitios dispares donde los allá. Elsa con más de 25 años sabe que su destino es ser "una solterona" ya que esto es lo que le han hecho creer en su familia y además, como está constantemente vigilada y protegida no tiene ocasión de conocer a nadie. de repente, el día de su cumpleaños se arma de valor y decide enfrentarse a su familia y salir "al mundo". Ese día conocerá a Rafe Martinelli, un chico muy especial que la hace sentir también especial, y tendrán una noche de pasión.. ¿Se quedará la cosa ahí? ¿La descubrirán sus padres? Algo ocurrirá y Elsa, contra su voluntad, será llevada un día a casa de Rafe, que vive en una granja con sus padres, y precisamente se va a marchar a la Universidad. Todo se viene abajo, y Rafe y Elsa se casan, y ella pasa a vivir en esa granja con su marido y sus suegros. Elsa tiene una inseguridad brutal (lógica) y no se puede creer que haya conseguido a Rafe, siente que en verdad no la quiere. Su misión ahora es trabajar duro en la granja para demostrar su valía, conseguir que sus suegros la acepten (algo que lleva haciendo toda su vida, intentar ser aceptada), y por supuesto que su marido la ame. Pero en medio de esto, llegará lo que conocemos como La Gran Depresión, después del crack del 29 que afectó a Estados Unidos, en La Gran Llanura hubo años de sequía donde granjeros perdieron sus tierras, sus animales, incluso sus vidas. Y aún más, tormentas de polvo estaban matando a la población. ¿Qué podían hacer unos granjeros de origen italiano en estas circunstancias? ¿Cómo iban a sobrevivir, cuándo, en esos años, ya eran 6 en la granja, porque Elsa y Rafe ya tenían dos hijos?...

Esta parte en la que se relata todo este desastre ecológico me ha tenido completamente absorta (en realidad toda la novela). Como historiadora que soy aunque no ejerza, me parece fascinante conocer nuevos momentos y contextos históricos, descubrir qué ocurrió en los distintos países, como se gestaron los inicios de la Segunda Guerra Mundial, y de qué manera pudieron sobrevivir estas gentes. Todo está perfectamente documentado, la autora lo cuenta en una nota al final del libro, y me parece que ha tenido un trabajo exhaustivo y que gracias a ella podemos conocer esta parte negra de la historia de Estados Unidos, a la par que nos ofrece una historial tan potente, brutal, que te despierta tantos sentimientos, que te va a tener el corazón encogido durante toda la lectura, de una mujer que me ha parecido bellísima por dentro y por fuera, aunque ella no llegó a creérselo nunca. Esta reseña me está costando porque conforme voy recordando toda la historia, tengo ese nudo en la garganta y es que Kristin Hannah es una maestra en el arte de conformar historias que sacan tus sentimientos a flor de piel, donde empatizas con los personajes, donde te hagas la fuerte o no, acabas llorando a lágrima viva. Es por eso que tengo que hacer un trabajo previo cuando me enfrento a uno de sus libros, a los que amo profundamente, porque sé que son un tesoro lector, pero es necesario cogerlos en un estado bueno de ánimo, con energía, y sabiendo lo que te espera.

La autora nos hará vivir con la familia Martinelli su mismo sufrimiento, es increíble su habilidad para trasladarnos a lugares inhóspitos e inhabitables y demostrarnos como el ser humano, especialmente las mujeres, son capaces de salir adelante, siempre por sus hijos. Puede llevarte a una Alaska helada en la que prácticamente todo el tiempo es de noche y en la que tienes que luchar por no morir congelada, y aquí mostrarnos una vida en una granja en una tierra árida, que se ha quedado muerta, donde no hay cultivos para vender o subsistir, donde asolan las tormentas de polvo, tienen que llevar mascarillas especiales, los niños enferman porque sólo aspiran polvo, lloran barro, las bestias cuando mueren tienen arena en el estómago porque es lo único que hay para comer en su desesperación, el agua se acaba... La verdad es que me ha impactado mucho esta parte, por desconocimientos y por la crudeza, se nos cuenta con una claridad meridiana todo lo que pasó (y lo que llegará después no será mucho mejor). Sientes esos momentos axfisiantes en los que llega una tormenta de polvo, que podía durar 10 días, y tienen que esconderse todos debajo de una mesa tapada con mantas mojadas para que no entrara el polvo. Me parece algo increíble! Y cuándo acababa, toda la granja estaba destrozada, camas llenas de polvo, todo roto... Y a empezar de nuevo hasta que llegara la próxima...

Hay que añadir a todo esto que Elsa se queda sola con sus dos hijos y sus suegros. Finalmente, después de mucho negar lo evidente, una crisis de uno de sus hijos hace que decida abandonar la tierra a la que ya amaba después de tanto trabajarla, en la que se había encontrado a sí misma, donde había crecido como mujer, madre y esposa, para viajar a California con los suyos, porque las palabras del médico eran claras. Si seguían allí, su hijo moriría en aproximadamente un año. Vamos a asistir a todos los sentimientos de Elsa. Temor, culpabilidad, hundimiento, de nuevo fortaleza. Elsa es la heroína de esta historia, cuando yo hablo de esta novela hablo de Elsa Martinelli, ese patito feo que se hizo el más grande cisne y lo dio todo por los suyos.

California será el sueño de todos los que huyan de la sequía de sus granjas, California es la "tierra de leche y miel" que les prometió todo. Y cuando llegaron allí, ese sueño se convirtió en una pesadilla.

Elsa y sus hijos llevan todo su dinero y pertenencias en su viaje hacia un futuro mejor. Pero cuando llegan, con la esperanza de alquilar una pequeña casa y buscar trabajo, nada es lo que esperaban. Sus propios compatriotas, americanos como ellos, los rechazan, los tratan como si fueran escoria, los tienen como esclavos en los campos de cultivo, donde trabajan incluso niños de 7 años. Porque si no, las familias no pueden sobrevivir. Tienen que vivir hacinados en campos de refugiados soportando incluso tormentas y riadas. Todo lo que viven aquí la protagonista y sus hijos me ha puesto los pelos de punta. le entereza de Elsa es admirable, las jornadas en los campos de cultivo donde trabajarán los 3, recogiendo algodón, cargando fardos de 50 kilos, con las manos ensangrentadas, para obtener a cambio un sueldo miserable y que otros se enriquecieran, me encogía el corazón. Porque recordemos que esto se vivió de verdad como podéis ver en la foto de arriba.

Todo esto le sirve a la autora para hacer un alegato y una crítica sobre la crisis de los refugiados que vivimos desde hace años. Como no son aceptados, se supone que "los salvamos" para aquí sólo vienen a malvivir, son repudiados por toda la sociedad. Y allí además eran los mismos americanos, nacidos en la misma tierra, los que los apodaban "Okies" y no los aceptaban en sus escuelas, los despreciaban y ya no eran segunda clase, sino quinta clase para ellos. Me parece increíble la poca empatía, y todos los sufrimientos que tienen Elsa y su familia en esta etapa. En el campamento ocurren terribles desgracias pero también hay una unión entre estas familias, una solidaridad entre ellos tal, que cuando Elsa cobraba su subsidio repartía la comida que recibía entre otra familia que tenía más niños aún para que pudieran comer al menos ese día. No quiero contar más porque es una historia que hay que leerla, vivirla, sentirla, pensarla y después reposarla. Así ocurre con los libros de Kristin Hannah, nos ofrecen una lección histórica, un ensalzamiento de las libertados, de la amistad, la familia, pero también nos hacen meditar sobre que volvemos a repetir los errores del pasado y esa será nuestra condena.

Un hombre, Jack, un comunista que está cansado de los abusos de los ricos de California, desafiando a la autoridad, luchará por los derechos de todas estas personas. Se sucederán altercados, abusos, peligros... La intriga es constante porque la cuerda es tan tensa que se acabará rompiendo y asistiremos a algo que no vamos a olvidar, que constituyó el germen de los derechos de estos trabajadores y el fin de la explotación.

En cuanto a los personajes, ya os he dicho que Elsa es el personaje absoluto. Pero su familia no se queda atrás, porque la novela destaca un montón la unión entre familia, entre Elsa y sus suegros se forma un tandem que nunca tuvo con su familia. Especialmente el nexo entre Elsa y su suegra, que será como su madre, son muchos momentos emotivos los que nos van a dar porque surge algo entre las dos que sólo puede surgir entre dos mujeres que están luchando por su familia. Especialmente bonita es la relación de Elsa con sus hijos, aunque su hija reniegue de ella muchísimas veces por la rebeldía adolescente, por no encontrar su sitio, bien sabemos las que somos madres ese dolor por el que una hija te desprecie y te culpe de su desgraciada vida, cuando tú estás intentando hacer lo mejor para ella y su hermano. Son muchos momentos dolorosos pero al final triunfará el sentimiento de amor y admiración cuando Loreda descubra lo que su hermano Antz sabe desde siempre, que su madre daría su vida por ellos y que no podían estar en mejores manos. Elsa tendrá el amor que siempre ha soñado, y esto también nos llenará de dolor y de angustia. La historia que escribe Kristin Hannah es triste, despiada, cruel, pero era necesario contarla para hacernos conocedores de esta etapa histórica tan desconocida en muchos países que no la vivieron.

Para acabar (ya sabéis que en las reseñas de novelas que me han cautivado me explayo a gusto...), os puedo decir que la pluma de la autora es magnífica. Te lo cuenta todo como si estuvieras allí, te hace sentir los sentimientos de todos los personajes, te mete en su piel, con una prosa preciosa, nada recargada porque no le hace falta. Una calidad literaria así se consigue después de haber publicado varias novelas porque todas las que he leído son maravillosas pero esta se ha convertido en mi favorita junto con El Baile de las Luciérnagas. Sentirás una amalgama de sentimientos que te perseguirán durante mucho tiempo y es por eso que tienes que leer Los Cuatro Vientos, porque tienes que conocer a Elsa, tienes que empaparte de su fortaleza y disfrutar y sufrir con ella y por ella.
Enlace: https://losauguriosdelaluna...
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