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Katie y Tully llevan toda una vida juntas, vecinas desde pequeñas, azares del destino hizo que se hicieran amigas y hasta su adultez siguen juntas. Tully es una chica hermosa, pero lamentablemente su madre es una hippie drogadicta que no cuida bien de Tully, lo que la hace desconfiada hasta que deja entrar a Katie a su vida, Katie es una chica simple y un tanto aburrida por su baja autoestima, vive con sus padres y su hermano y tiene una vida aparentemente feliz, una noche ve llegar a Tully toda deprimida y decide acercarse para brindarle su apoyo, esto logra que inicien una hermosa amistad que se nos ira contando a lo largo del libro. Creo que la amistad de Katie y Tully es algo difícil, Tully tiene una meta en su vida y se aferra y pelea a ella, mientras que Katie es más simple y no busca tanto como ella, y se ve arrastrada sin querer por la energía de Tully, las comparaciones entre ambas son inevitables, pues Tully es una luz que todos siguen, cosas que poco a poco irán lastimando a Katie, también su ambición jugaran en contra, por otro lado Katie es un personaje que a veces me desesperaba y que luego me causo gran pena y cariño, la verdad es que merecía un marido mejor, y un mejor desarrollo de su carrera, además de que si viste la serie, siento que no le hicieron justicia a su personaje, y reivindicaron demasiado a Tully y al marido de Katie. Este libro me hizo llorar, pues es hermoso como describe la amistad, la relación más larga de Tully y cómo la ve como su gran amor, de una manera fraternal, así que para mí ese final fue desgarrador |
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