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A todos los chicos de los que me enamoré cuenta la historia de Lara Jean, una adolescente más bien invisible, pero no en el sentido al que estamos acostumbrados, que de pronto tiene que aceptar que su vida va a cambiar totalmente. Sí, en muchas novelas juveniles la protagonista se supone que es una chica que se mantiene al margen, que carece de popularidad y amigos... y que al final logra que todo eso cambie, que el chico guapo se enamore de ella porque ha descubierto que realmente es muy guapa, etc. En este caso, no ocurre de esa manera. Cuando conocemos realmente a Lara Jean, nos damos cuenta de que no es una chica que destaque a primeras, que no pretende ser guay, que le gusta pasar la mayor parte del tiempo con su familia y que, por muy raro que pueda parecer a veces, su mejor amiga es su hermana mayor y su otra única amiga es bastante independiente. Lara Jean es feliz con lo que tiene, en eso me recordó un poco a mí, puede que por eso me cayera tan bien. Es un personaje idealista, soñador, inseguro, que a veces roza lo infantil pero al mismo tiempo cargado de importantes valores como la responsabilidad, pues tiene que cuidar de su hermana pequeña y de su padre, la lealtad o la autenticidad. Realmente me ha parecido una chica maravillosa a la que sería genial poder conocer. Lara Jean vive con su familia, su hermana mayor, Margot, su hermana pequeña, Kitty y su padre. Son una adorable piña en la que tanto ella como Margot deben ocupar el papel de madres. Cuando Margot, una chica muy distinta a la protagonista y que no me ha caído bien, creo que es muy desagradecida y distante así porque sí, porque quiere, se va al extranjero a estudiar los planes de Lara Jean se tuercen. Todos nos apoyamos en alguien a medida que vamos creciendo. Todos tenemos a ese alguien que nos hace la vida mucho más fácil y que nos ayuda a seguir adelante. En su caso, es Margot. Su mejor amiga. Su hermana. Su pilar. Este libro, en realidad, no es más que un libro sobre cambios y decisiones en la vida de uno mismo. Kitty, por su lado, es adorable, graciosa y también retorcida. Una niña que no tiene un pelo de tonta, que parece que es demasiado dura y sarcástica para su edad, pero que nos demostrará que en el fondo sigue siendo eso: una niña que quiere a su familia. Como ya sabemos por la sinopsis, por error alguien envía las cartas de amor que Lara Jean escribe a modo de despedida y que simbolizan la muerte de sus sentimientos por los chicos de los que se enamoró. Son cinco las cartas; una de ellas le llegará a su vecino, el novio de su hermana y otra al chico popular de su instituto. ¿Cómo reaccionarán ellos cuando sepan de sus sentimientos? No puedo decir mucho, es mejor que lo leáis vosotros, pero en mi caso al menos lo que sentía por ellos cambió desde el principio hasta el final de la novela. Y es que es así, algunas personas te sorprenden para bien y otras te decepcionan aunque no fuera esa su intención. Sólo puedo decir que coincidí con la decisión de Lara Jean. ¡Y por suerte para mí y para vosotros existe una segunda parte, porque el final me dejó con las palabras en la boca! Además, cabe destacar la prosa desenfadada pero profunda y reflexiva de su autora y que los capítulos sean muy breves. Enlace: https://mioasisdepalabra.blo.. |
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