La biblioteca de la medianoche

Será por deformación profesional, pero veo en esta novela una destacable utilidad terapéutica.

El autor ahonda con acierto respecto del concepto "arrepentimiento" como condicionante y, a la vez, peligroso elemento inútil para un adecuado desarrollo emocional.

Aquí entre nosotros, ahora que nadie nos lee: arrepentirse no es más que cometer la injusticia con uno mismo de juzgarse con ojos de hoy las obras de ayer. Un anacronismo emocional con todas las de la ley. Y oye, que cada cual decida cómo matarse; de hecho hay gente que fuma o que come, bebe,,, lo que no debería, pero que quede claro que tanto esto como aquello depende de uno mismo y de nadie más.

Sermones aparte, la novela de Haig elige un tema muy delicado, sólo apto para escritores de pluma valiente y no sólo no se estrella sino que lo resuelve de manera que le da verosimilitud. Culmina no tanto de manera idílica, pero sí ofreciendo el escenario más realista dejando abierto ese libre albedrío "llenetico" de infinitas posibilidades, donde los humanos a veces nos perdemos.

Esta novela debería ser lectura obligatoria y comentada para todos los estudiantes de secundaria. Aportaría una base necesaria, como mínimo, respecto de la tolerancia a la frustración.