La biblioteca de la medianoche

Temer al amor es temer a la vida, y aquellos que temen a la vida ya están muertos en tres cuartas partes.

La desobediencia es el verdadero cimiento de la libertad. Los obedientes habrán de ser esclavos.

Aquel era uno de sus criterios básicos: «No te fíes nunca de alguien que trata mal a camareros mal pagados».

To be part of nature was to be part of the will to live

Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

Hay más jugadas posibles sobre un tablero de ajedrez que átomos existen en el universo observable, así que imagina el lío que puede llegar a ser. Y no hay una manera correcta de jugar, por cierto, sino muchas. En el ajedrez, como en la vida, la posibilidad está en la base de todo. Cada esperanza, cada sueño, cada arrepentimiento, cada momento vivido.

Quizá a ella la vida se me daba fatal, sin más.

Pero no existe ninguna vida en la que podamos sentirnos felices para siempre. Imaginar lo contrario solo consigue hacernos más infelices en la vida que nos ha tocado vivir.

No cuesta ningún esfuerzo echar de menos a los amigos que no hicimos en el trabajo, a las parejas con que no nos casamos o a los hijos que no tuvimos. No es difícil verse a través del cristal por el que miran otras personas y desear ser todas las caleidoscópicas versiones que estas buscan en nosotros. Es fácil arrepentirse y lamentarse, y hacerlo una y otra vez, hasta el infinito, hasta que se nos termine el tiempo.

Temer al amor es temer a la vida, y aquellos que temen a la vida ya están muertos en tres cuartas partes.