Me siento especialmente atraída por una portada bonita de libro… Igual que la portada, así es la historia que se cuenta dentro. Una historia dulce, delicada, sencilla que no simple, que nos evoca a la familia, a los veranos de la infancia en los pueblos, al amigo/a especial de esos veranos. En definitiva, a nuestra esencia, que, en la vorágine en la que convertimos nuestra vida no nos damos cuenta de que vamos dejando atrás. Ojalá podamos volver a ella… |