Es por norma que la primera condición de un escritor que se precie es que tiene que ser un amante apasionado de la lectura. Y os aseguro que esta condición Mónica la cumple con creces. La librería del señor Livingstone es un lugar mágico, y no solo por los libros que allí se venden, sino por la variopinta familia que forman el librero y sus clientes (un niño solitario llamado Oliver Twist, una joven hada/arqueóloga, ...). Entre citas de libros, visitas turística de Londres y alusiones a escenas tan variopintas como la batalla de geonosis de Star Wars, asistimos a la historia de amor de Agnes Martí, una joven catalana en búsqueda de su destino en la capital inglesa. |