Este libro fue para mí como un abrazo en invierno, afuera nieva y nosotros estamos al lado del fuego, con una taza de té humeante entre ambas manos, y tapados por una mantita (sí, una mantita tejida y si es de la abuela mejor). Esta novela no tiene…fuertes emociones, no es una montaña rusa, ni te mantiene en vilo con algún misterio por resolver, no hay pasiones irresistibles, ni dramas de vida o muerte. Son sólo personas, muy bellas, personajes, de esos que uno quisiera conocer, tener en su vida. Sí tiene…un homenaje a la amistad, a los afectos instintivos, a la empatía, a los amores de los buenos. Se lee con paz, fue mi momento de descanso y aislamiento diario y no he dejado de sonreír durante todo el libro. Amé a esta autora, me hice amiga de todos sus protagonistas, los quise y fueron parte de mi vida. Algo de dulzura, mucha ternura, humor, amistad, encuentros y además todas esas referencias literarias que si las conoces, las disfrutas, y si no, vas corriendo a buscarlas. Lo recomiendo si quieren disfrutar sin sobresaltos, envueltos en un aura de literatura y amistad. Y les deseo (porque creo que todo nos lo merecemos) un Señor Livingstone y su librería en sus vidas…..yo por lo menos quiero una. |