Presagio

Agustín, misionero español. Anselmo, último hechicero de la Baja California. Muriel, ejecutiva excesivamente ambiciosa que hará lo que haga falta por llegar a lo más alto, sin pensar a quien puede hacer daño o las consecuencias que pueden acarrearle ciertas acciones, se aprovechará de Lucía (nieta de Anselmo) para conseguir sus objetivos. Muriel es una mujer sin escrúpulos a la que he llegado a odiar. Me encantó la relación entre Agustín y Anselmo. Agustín siempre detrás de este acusandolo de brujería y Anselmo que es como un niño grande, que le replica y que gracias a sus "poderes" le dice verdades sobre sus dudas a Agustín, que ni siquiera él ha sido capaz de aceptar y decir en voz alta. Pero todo cambiará por un motivo común y se uniran para salvar vidas y arreglar lo que esta mal. He estado enganchada desde la primera página hasta la última. Me encanta la historia y como nos lleva de un lado a otro prácticamente sin darnos cuenta. Llamó mucho mi atención todo el mundillo de la "brujería" de las diferentes tribus y como esta se va olvidando debido a que se van perdiendo las costumbres.
La brujería, el sexo, la religión, el dinero, el amor y la muerte constituyen una historia convulsa con un final imprevisible.