Una historia no tiene ni principio ni fin: uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás.
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Una historia no tiene ni principio ni fin: uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás.
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-¿También es usted capaz de explicar el amor? -pregunté. -Claro que sí - dijo-. En algunos no es más que un deseo de posesión, como la avaricia; en otros es el deseo de entregarse, o de perder el sentido de la responsabilidad, o el deseo de ser admirados. Y y a veces no es más que el deseo de hablar con alguien, de librarse de una carga ante alguien con quien uno no se aburra. O el deseo de hallar un nuevo padre o una nueva madre. Y también, como es natural, el impulso biológico que está presente en todo momento. |
Una historia no tiene ni principio ni fin: uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás.
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La infelicidad es mucho más fácil de narrar que la felicidad. Con la desdicha nos hacemos conscientes de la propia existencia, aunque sea a través de un egoísmo monstruoso: este dolor me pertenece solo a mí, este nervio que se retuerce es mío y de nadie más.
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Podemos amar con nuestras mentes, pero ¿podemos amar únicamente con ellas? El amor no para de crecer y de extenderse, así que podemos amar hasta con nuestras uñas insensibles. Incluso amamos con nuestra ropa, hasta el punto de que una manga es capaz de sentir a otra manga.
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una historia no tiene ni principio ni fin : uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?