El final del affaire de Graham Greene
-¿También es usted capaz de explicar el amor? -pregunté. -Claro que sí - dijo-. En algunos no es más que un deseo de posesión, como la avaricia; en otros es el deseo de entregarse, o de perder el sentido de la responsabilidad, o el deseo de ser admirados. Y y a veces no es más que el deseo de hablar con alguien, de librarse de una carga ante alguien con quien uno no se aburra. O el deseo de hallar un nuevo padre o una nueva madre. Y también, como es natural, el impulso biológico que está presente en todo momento. |