Reina roja

Afronté la lectura de "Reina Roja" con ciertas reticencias, pues el argumento, a priori, me resultaba un cliché recurrente en la actualidad literaria y televisiva. La figura del genio que investiga crímenes junto a su ayudante gracioso parece haberse convertido en un tema manido que se repite con frecuencia tanto en series como en libros. A pesar de las recomendaciones insistentes de familiares y amigos, me resistía a sumergirme en una trama que, a primera vista, no ofrecía nada novedoso.

Fue la adaptación en tv la que finalmente me llevó a darle una oportunidad al libro. Después de ver el primer capítulo, me encontré indecisa entre continuar la serie o aventurarme en la lectura del libro. Sin embargo, el personaje de Jon Gutiérrez, decantó la balanza. Su estilo de humor particular encajo conmigo de manera sorprendente, despertando mi curiosidad acerca de si este encanto provenía exclusivamente del actor y la serie, o si también estaba presente en la novela.

Aunque con ciertas reservas, decidí suspender temporalmente la serie para sumergirme en las páginas de "Reina Roja". La experiencia no solo disipó mis dudas, sino que también me sumergió en una trama intrigante y cautivadora.

Ahora, tras disfrutar de la lectura, me encuentro ante la inevitable avalancha de comentarios de "ya te decía que era bueno". Sin duda, "Reina Roja" ha logrado sorprenderme gratamente, y he añadido las siguientes partes de esta trilogía a mi lista de lecturas pendientes. Una historia que, más allá de los clichés aparentes, ofrece una experiencia única e imprevisible.