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Crítica de LAKY


LAKY
22 February 2019
La novela se sitúa en Inglaterra, a finales del siglo XIX. Charlotte es una institutriz alemana que ha “huido” de su país para alejarse de ciertos problemas personales. Su destino: Chalk Hill, la solariega mansión donde vive una niña llamada Emily. Una niña cuya madre murió hace un año y a quien ella deberá instruir.

Emily le cae inmediatamente bien, es una niña encantadora y muy lista. El padre de la niña, sin embargo, un poderoso político, es un hombre frío y reservado que, si bien parece querer a su hija, no se muestra cariñoso con ella. La madre, lady Ellen, desapareció hace un año: se cree que se ahogó en el río cercano, quizás se suicidó.

Pero Charlotte pronto se da cuenta de que en la casa ocurre algo raro. Emily se despierta frecuentemente con pesadillas en las que llama a su madre, a quien cree ver a su lado. Habla con ella y transmite mensajes que su madre le ha dado. ¿Se está volviendo loca la pobre criatura? ¿Qué le pasó realmente a lady Ellen?

La novela evoca, como he dicho al principio, esas clásicas novelas inglesas de la época victoriana y similares. No falta nada: institutriz, huérfana, padre distante y, por supuesto, una mansión. Lo evoca por los escenarios en los que se desarrolla la historia pero también por el estilo narrativo. Obviamente, no está en mi mente comparar a Susanne Goga con las hermanas Bronte y compañía, faltaría más, pero es obvio que hay un intento bastante conseguido de acercarse a esas historias. de hecho, la propia Susanne Goga en el epílogo reconoce la influencia de “Jane Eyre” en su historia.

Reconozco que me gustan las novelas que giran en torno a una mansión. Siempre me han gustado, tanto en literatura como en el cine. Si bien la mayoría de la gente se estrenó en este género con “Jane Eyre”; mi caso fue distinto (más que nada porque la literatura inglesa clásica es mi eterna pendiente); yo me estrené con la también fabulosa “Rebecca” de Daphné du Maurier. Desde entonces, novela con mansión, institutriz y secreto familiar que veo, novela que como mínimo apunto y que, si tengo la ocasión, leo. Normalmente no me defraudan y ésta no ha sido ninguna excepción

Pero que “El misterio de Chalk Hill” sea una especie de homenaje a esas novelas, no significa que sea una copia ni mucho menos. La historia es distinta, también los derroteros por los que va. Y algo que la hace bastante distinta es la introducción de un elemento diferenciador: un cierto toque espiritista. Emily cree ver a su madre muerta, ésta se le aparece supuestamente y le habla. Por eso el padre de la niña habla con un periodista que está estudiando estos temas y que ha conocido a diferentes espiritistas de la ciudad. No soy aficionada al tema sobrenatural, ya lo sabéis, en ninguna de sus modalidades. Y cuando empezaron a salir supuestos fantasmas, adivinos y tal me asusté un poco. Afortunadamente, no hay de qué preocuparse porque el tema está muy bien llevado y convencerá hasta a los más remisos al tema (y hasta aquí puedo contar)

Es ésta una novela de pocos personajes. La protagonista absoluta es Charlotte, una joven alemana que huye de cierto escándalo en el que se vio envuelta en su país. No hay nada que la ate a Alemania y quiere empezar una nueva vida lejos de allí. Es una mujer inteligente, muy formal pero al mismo tiempo sensible y cariñosa y no tarda en coger cariño a su pupila y preocuparse por su estado. Sentirá mucha curiosidad por lo que le pasó a lady Ellen pues cree que todo lo que le pasa actualmente a su hija está relacionado con la muerte de la madre así que, a pesar de la impermeabilidad del padre, investigará lo que ocurrió por su cuenta. En esta especie de investigación recibirá la ayuda del periodista Thomas Ashdown, el especialista en temas espiritistas. Thomas es un hombre que ha enviudado no hace mucho y que aún echa mucho de menos a su mujer. Sin embargo, conectará inmediatamente con Emily y Charlotte y les ayudará en todo lo que pueda. Finalmente, tenemos a sir Andrew Clayworth, el padre de Emily. Será a quien menos conoceremos de todos los personajes por lo frío y distante que se muestra. Con estos tres personajes y algún miembro del servicio de la mansión, ya tenemos completo el elenco

Es un narrador omnisciente quien nos va relatando los entresijos de la historia. Lo hará a través de dos hilos argumentales, uno de ellos subordinado al otro. El hilo principal es la historia de Charlotte y la mansión. El secundario nos acerca al periodista que está trabajando sobre el tema del espiritismo. Conoceremos a Thomas Ashdown y sus andanzas en Londres. Obviamente, ambas líneas confluirán cuando lord Clayworth contrata a Thomas y éste acude a Chalk Hill

El ritmo de lectura es medio. La lectura es medianamente fluida y muy sencilla. No es de esos libros que devoras pero tampoco de los que aburren y estás deseando que cojan un poco de movimiento; yo diría que el ritmo es el adecuado para el tipo de historia.

A pesar de que el título parece indicar que es una novela de intriga, yo no la calificaría de tal. Sí que hay un cierto misterio pero que no es difícil de adivinar (yo lo adiviné bastante pronto). Es más una novela en la que lo que importa es el escenario y las relaciones entre los personajes; no diría tampoco de carácter intimista, pero sí quizás narrativa a secas. Un poco difícil de encuadrar en un género concreto diría yo

Como anécdota, señalar que Thomas alude a los libros de cierto escritor de misterio que estaban empezando a ser conocidos. Un escritor inglés, un detective…¿ os suena? Efectivamente, queridos "Watsones"


Conclusión final

Me ha gustado “El misterio de Chalk Hill”. Una novela cómoda de leer, entretenida, que evoca cierta literatura clásica. Una buena opción para quienes nos gustan las historias que se desarrollan en esas intrigantes mansiones en la campiña (mejor si es la inglesa).
Enlace: https://librosquehayqueleer-..
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