Toda la novela rezuma tristeza, dudas y miedos. Los protagonistas viven inmersos en sus angustias que los lastran y no les dejan respirar, nada extraordinario: miserias comunes. A pesar de lo corta que es tiene la medida exacta para que te llegue e impacte, y aunque se conoce cómo acaba desde las primeras líneas, en ningún momento se hace pesada. Está escrita con un lenguaje muy sencillo, pero lo que cuenta no es nada sencillo; sientes la densidad de sus vidas, esa carga pesada que llevan, cada uno a su manera y cada uno la suya y te agobias con ellos. Una historia de las que te acompañan días. |