Asesinato en el Orient Express

Estambul, pleno invierno. Poirot decide tomar el Orient Express que en esa época suele hacer su recorrido prácticamente vacío. Pero aquel día, el tren va lleno y sólo gracias a un buen amigo consigue una litera en el coche-cama. A la mañana siguiente se despierta, descubre que una tormenta de nieve ha obligado a detener el tren y que un pasajero ha sido apuñalado salvajemente. Aparentemente nadie ha entrado, ni ha salido del coche-cama. El asesino, posiblemente sea alguno de los viajeros y siga en el tren...

Como todas las lecturas de Agatha Christie, sin duda las de Poirot imprimen esos aires de grandeza, esas infulas y ese temple desmedido de su personaje, que o te gusta mucho o no te gusta nada. En mi caso me parece un personaje inteligente, suspicaz, brillante que está analizando en todo momento hasta el más mínimo detalle hasta llegar a la mejor parte de la historia, el momento de descubrir como se efectuó el crimen, juntando todos los indicios, pistas, frases, para ir recomponiendo toda la situación ante la mirada atónita de los demás personajes y hasta de los lectores!!

Lo que sí me ha chocado un poco, y mucho tendrá que ver porque es una novela escrita en otros tiempos, son los tópicos para describir a las personas, bien sean hombres o mujeres, sus nacionalidades, sus profesiones o su nivel social, y en esta novela tenemos una gran variedad de todos ellos

Me ha encantado volver a viajar en este tren