Los perceptores son muy poderosos gracias a la capacidad de poseer sentidos ultradesarrollados. Aquellos que los poseen todos se denominan Alfas, y según sus normas deben vivir en familias, siendo controlados por el cabeza de familia, capaz de ejercer su voluntad sobre el resto. No debe haber perceptores libres. Sin embargo, Kate y su tío lo son, aunque para ello deban ocultarse ante el resto. Desafortunadamente para Kate, un descuido la pondrá en manos de la familia Galán, perceptores a los que tendrá que ganarse mientras idea un plan para escapar. No obstante, pese a su odio inicial, especialmente a Oliver por haber sido su captor, Kate descubrirá que los miembros de esta familia no son tan terribles como inicialmente pensó. Y mientras los Galán intentan que se integre, todos deberán hacer frente a una amenaza cada vez mayor. Hay un asesino suelto. Y muy peligroso ya que está matando a los Alfas más poderosos. ¿Quién será el culpable? Me ha resultado una novela de lo más entretenida y con cierta dosis de intriga. Muy adictiva desde el comienzo ya que empieza con muy buen ritmo y lo sabe mantener. La parte fantástica en la que se sustenta me ha parecido muy ingeniosa y la mezcla en la trama de la pertenencia forzada de Kate a la familia Galán y la presencia de un asesino hacen de ella una buena historia que se redondea con la atracción entre Kate y Oliver. Por otro lado hay muchos personajes secundarios interesantes que dan vida a la trama, aunque me he quedado con ganas de conocerles un poquito más. En cuanto al final, tengo que admitir que no me lo esperaba, me ha dejado muy sorprendida y aunque tengo alguna sospecha para la continuación, ya me espero cualquier cosa La edición es muy bonita y cuenta con ilustraciones, acompañando a los árboles genealógicos, de la mayoría de los personajes, algo que viene muy bien. |