Tenía miedo por las críticas negativas que había visto y la verdad es que no me ha convencido. Es un libro de 600 páginas, que al principio es muy lento. El autor, como en otros de sus libros, alterna entre presente y pasado, con continuos saltos en el tiempo, algo que siempre me gusta en una novela. Sin embargo en esta ocasión sientes que vas y vienes pero la trama no avanza. El homenaje a su editor, su propia aparición en el libro, una narración en mi opinión algo pobre, expresiones que no me pegaban para los personajes, que no sé si será la traducción u otra cosa, pero no he encontrado al Dicker que me conquistó con Harry Quebert, de hecho si lo hubiera leído a ciegas no lo hubiera reconocido. A partir de la mitad del libro consigues engncharte porque quieres saber qué pasa. Lees los últimos capítulos del tirón porque hay un giro, otro giro y otro giro, así hasta que se resuelve el misterio. Pero según iba leyendo, todo me parecía demasiado inverosímil. Su anterior libro también tuvo críticas negativas y a mí me encantó, pensé que con este me pasaría igual pero por desgracia no ha sido así. |