Héroes y villanos, españoles olvidados por la historia: 6

Javier García Blanco hace patria y rescata 14 personajes olvidados por la historia. La mayoría hombres.
El motivo fundamental es que, según el autor habrá un segundo volumen dedicado exclusivamente a la mujer.
Me parece bien, pero... sigo sin entender la causa, pues con el presente libro queda sobradamente demostrado que el varón marca España, fue igualmente ignorado, aunque esto, ni está de moda, ni es políticamente correcto.

De todo un poco, como reza en el título, héroes y villanos y algunos me sorprenden hasta a mí.

Roque Joaquín de Alcubierre...lo sé, ni idea, como si digo flauta.

Pompeya. ¿mejor? Bien, pues el Roque Chimo (Joaquín en valenciano) , aragonés, fue quien desenterró la mítica ciudad, sin él, por Júpiter, tendría en nuestros días más polvo que la biblioteca de Sergio Ramos. (famoso jugador de fútbol conocido además por su... nivel intelectual)

¿Quién mató a Trostsky? ¿pistolov? ¿escopetov? ¿cachiporrov? No, nada de eso, un agente de la NKVD, catalán de nombre, Ramón Mercader.

La inquisición, asesinos bajo el amparo de Dios, todos hemos oído hablar de Torquemada (que no fue el más mamón)
Cuanta crueldad, pero claro, que uno de estos salvara a las brujas de la hoguera no vende.
Las bondades de Alonso de Salazar las conoce su prima, si es que la tuvo.

Un ensayo curioso con poca profundidad, muy probablemente debido a la ausencia de datos que se conservan de ellos y un tanto, también, a que el autor prioriza en el número y no tanto en la investigación.

La bibliografía no engaña, al final de cada capítulo se ofrece un listado de los textos consultados, que, en general son muy escasos.
Lo que iba por buen camino, se convierte en anecdotario.

Aunque los hay, me han faltado científicos e inventores, gentes que cardaron la lana para que otros se llevarán la lana, como el inventor del ibuprofeno, que fue español y no sale en ninguna enciclopedia o vademécum.

Como idea, dignísima, pero se asemeja a los platos de restaurantes michelín, donde ocupa más el nombre, que la comida en sí.

No obstante aplaudo la intención, aunque hubiera preferido mayor mixtura de género...Al fin y alcabo importa más lo que hicieron que lo que colgaba o dejaba de colgar....

A lo peor, empiezo a pensar que soy un hombre adelantado a mi época... que extraña se me empieza a hacer esta presunta igualdad...
Vende...luego creo...