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Esta autora sabe escribir muy bien libros que atrapan una barbaridad. La historia de esta segunda parte me ha gustado muchísimo más que la primera ya que la veo más global y que abarca muchas más tramas e historias y no tan centrada en el juego como sucedió con Caraval. En este caso, la protagonista es Tella y no Scarlett y... ¡menos mal!, en la relectura de Caraval no me gustó, para nada, Scarlett. Así que, que haya sido Tella la hermana a la que hemos ido siguiendo, ha sido un soplo de aire fresco. Este personaje está mucho mejor construido, lo veo más profundo y más sensato. al igual que me ha pasado con Dante o Jacks, les he visto mucha más profundidad que a Julián. La trama amorosa, en este caso, si que te la crees, no es un instalove como ocurrió en el primer tomo. Está bien construida, a pesar de que nunca sabes si lo que estás leyendo es real o parte del juego. Como ya he dicho, la historia o trama en sí, me ha gustado mucho más, eso no quita que haya habido cositas que no me han terminado de convencer como, por ejemplo, lo predecible que es, sabes a la perfección quienes son los personajes, que quieren y como va a terminar todo. Además, al ser todo mucho más real me ha faltado ese puntito mágico y de ensueño que si encontré en Caraval. Sin duda, esta ha sido una lectura que atrapa, que me ha entretenido y que ha conseguido que me encariñe con la protagonista y los secundarios. Deseando estoy de comenzar con la tercera y última parte de esta trilogía. |
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