Una tormenta de fuego

Hacía mucho, mucho tiempo que no leía un libro juvenil de corte distópico. La verdad es que últimamente me estoy inclinando más hacia otro tipo de lecturas porque ya no disfruto tanto de lo juvenil pero no deja de darme pena ese hecho. Una tormenta de fuego me pareció un libro indicado para romper esa sequía porque tenía elementos que me interesaban y, para que negarlo, un puñado de críticas muy positivas.
Diría que cumple todos los aspectos que me hacían disfrutar hace unos años, sin duda sería una lectura destacada para mí por aquel entonces. Ahora mismo, aunque he cambiado en mis gustos, no creo que deje de serlo. Me he divertido con ella y me ha dejado con ganas de su segunda parte, pero apuesto a que alguien más joven o más aficionado a la literatura juvenil lo gozará mucho más.
El comienzo de la novela nos transmite esa esencia de las distopías que tan bien conocemos, nos empieza explicando las bases que sustentan ese universo y siempre nos deja con ganas de más. Los capítulos alternan de narrador y tenemos el punto de vista de Astrid, que vive en el lugar privilegiado, donde todos los habitantes han recibido la vacuna y luego está Elliot, en el lugar opuesto. Elliot ha tenido que aprender a sobrevivir y donde Astrid es atrevida, hábil en la lucha y el arquetipo perfecto de lo el Hades quería de ella, Elliot es un sanador. Un chico sensible que empatiza con facilidad y con una mente que le permite estar abierto a diferentes pensamientos.
La información se dosifica y a medida que leemos vamos conociendo poco a poco este universo. Los capítulos siempre dejan con ganas de más y cobra especial relevancia la vida de Astrid en el Hades. Las cosas, como siempre en las distopías, no son lo que parecen, nada es blanco o negro y podemos acompañar a Astrid en ese descubrimiento que está por hacer.
Esta es una novela introductorio que nos explica bien el mundo en el que está ambientada y que presenta bien a los protagonistas. Acaba justo en el momento donde todo colisiona y lo deja muy bien colocado para el siguiente volumen. Ha habido sorpresas que no me esperaba y por eso no quiero contar mucho en esta reseña, para que podáis vivir también esa experiencia.
La narración es ágil y creo que por eso es apto también para un lector joven porque pese a las páginas el ritmo no se detiene, hay mucha acción y movimiento y no hay espacio para el aburrimiento.
Esta es una lectura bastante completa en el plano juvenil distópico, me siento orgullosa de que la autora sea española y la recomiendo totalmente. Tiene todos los ingredientes necesarios para triunfar y ser una lectura acertada si os gusta la temática.