 |
La emperatriz de los etéreos es un libro que descubrí hace varios años en la biblioteca, y que ya en su momento, me gusto mucho. Ahora, que lo he releído, lo confirmo, me encanta. Tanto la trama como los personajes me gustan muchísimo. Es un libro diferente, fácil de leer, que entretiene y que logra enganchar casi desde el principio. Y digo casi, porque las primeras páginas son algo más aburridas, pero sirven de introducción al mundo de Bipa y Aer. al mundo de las Cuevas, su hogar. La trama va avanzando a un buen ritmo sin hacerse una lectura pesada o aburrida, con las descripciones justas para saber como son las cosas, y con hechos que logran sorprender. El final es lo mejor, siendo para mi, muy sorprendente. No hay partes que sobren, ni sin substancia, cada página vale la pena. Es un libro que me sorprendió como pocos, para muy bien. No puedo decir nada negativo, porque no lo hay. Al no ser muy largo, se convierte en una lectura ligera y que en un par de días se puede leer fácilmente. Todo es fácil de entender, no hay complicaciones y la autora tiene una imaginación desbordante, que demuestra en cada uno de sus libros. Los personajes también me gustan muchísimo. Por un lado, esta Bipa, la protagonista indiscutible. Bipa, ya desde pequeña, ha sido muy realista, ha creído en lo que ve y los cuentos que cuenta Nuba, una cuentacuentos de las Cuevas, le han parecido inverosímiles, sin sentido y no le gustaban. Es pragmática a más no poder. Solo le gusta lo útil, lo demás no sirve, para ella, de nada, por lo que lo deja de lado. No entiende para nada el empeño que tiene Aer de irse de las Cuevas al exterior, pues según ella, hay que estar loco para querer cambiar el calor y la comodidad de las Cuevas por el frío y lo extraño del exterior. En Aer ve un caso perdido, pero no puede evitar cogerle cariño. Así pues, cuando Aer decide irse para siempre de las Cuevas en busca de la Emperatriz, esa de la que tanto hablan los cuentos de su madre (Nuba), ella marcha tras el, escudándose en la frase ''si no voy yo, nadie lo hará''. Recorrerá un largo camino, conocerá a varios enemigos y a pocos amigos, en algunos momentos medio entenderá las razones que llevaron a Aer a irse, pero su mente seguirá siendo pragmática y realista, y eso junto al Ópalo que le da Maga, la mantendrán con vida en más de una ocasión. Por otro lado esta Aer. El hijo del forastero, como es conocido por muchos Aer, es algo diferente a los habitantes de las Cuevas. Su cabello y sus ojos son más claros, herencia de su padre, 'el forastero'. Es hijo de la cuentacuentos Nuba y de un forastero que apareció de la nada y se fue en busca de la Emperatriz, y que jamás volvió. Por eso, cuando Aer empiece a decir ya desde pequeño que cuando crezca se ira de las Cuevas en busca de la Emperatriz, la gente lo tachará de loco, como a su padre. Aer es extraño, algo solitario y de ideas algo raras. Finalmente, un día se va de las Cuevas, pero aparece a los pocos días, más delgado, pálido y con el cabello más claro. Vuelve tan solo para demostrarle a Bipa que a fuera, hay algo más que nieve y frío, ya que le trae una flor esculpida en cristal. Días después se va para siempre, provocando que Bipa salga en su busca. Después de esto, poco sabemos del, ya que la historia se centra en el viaje de Bipa. |
>
