El bestiario de Axlin

En El bestiario de Axlin nos encontramos un mundo con claras reminiscencias medievales. La humanidad ha sido diezmada por los monstruos que asolan la tierra y cuyo origen es desconocido. La gente los combate como puede y las poblaciones se han visto reducidas a pequeños reductos esparcidos entre ellos, donde los pocos supervivientes tratan de seguir adelante tras los muros de madera que los protegen de la crueldad exterior. Axlin pertenece a una de esas poblaciones. Apenas es una niña, pero desde pequeña ha vivido el horror de tener que enfrentarse a los monstruos. Estos no se conforman solo con atacar a aquellos que salen de la protección de su núcleo para buscar recursos, sino que se las ingenian para colarse dentro de las aldeas en busca de una nueva presa. Por eso, tanto Axlin como los demás se ven obligados a ingeniárselas para combatirlos con una serie de eficaces e inteligentes estrategias. Cada monstruo tiene sus propias peculiaridades y a cada uno de ellos se le tiene que combatir con diferentes técnicas. La vida de Axlin se reduce a defenderse de posibles ataques, a cuidar de los niños, a trabajar los huertos y, en general, a hacer todo lo necesario para que tanto ella como los suyos sobrevivan. Por eso, el día en que uno de los adultos le proponga aprender a leer y escribir para convertirse en escriba, ella no se lo piensa dos veces. En estas aldeas los niños no reciben ningún tipo de educación, puesto que quedan tan pocas personas que no pueden permitirse invertir sus esfuerzos en alfabetizar a sus vástagos. Desde que tienen edad suficiente, los niños aprenden a ser útiles para su comunidad, pues en esas condiciones es lo único que importa.



Es por este motivo que la comunidad no ve con buenos ojos que Axlin "pierda el tiempo" alfabetizándose y convirtiéndose en escriba para plasmar en un libro todos los eventos que ocurren dentro de su aldea. Incluso aunque una de sus piernas esté inutilizada tras haber sido atacada de pequeña por un "nudoso", sigue siéndole útil al núcleo, por lo que ser escriba equivale a perder mano de obra, algo que no pueden permitirse. Aun así, Axlin está encantada con su nuevo papel en la sociedad. Un día, un buhonero (comerciantes con el suficiente coraje para ir entre los distintos núcleos de población intercambiando materias primas y materiales) traerá, junto con la mercancía, a nuevas personas cuya aldea ha quedado destruida por los monstruos. Que llegue gente nueva a una aldea siempre es motivo de alegría para evitar la endogamia, pero para Axlin será alegría doble ya que descubre que en dicha aldea utilizan métodos completamente distintos a los suyos para combatir a los mismos monstruos. No solo eso, sino que, además, en las inmediaciones de esa aldea merodean monstruos de los que ella nunca ha oído hablar. Ante semejante descubrimiento, Axlin toma una decisión. Ella no quiere limitarse a cumplir su papel dentro de su aldea (casarse por necesidad para poder engendrar hijos y asegurar la supervivencia); su deseo es utilizar sus recién adquiridas habilidades de lectura y escritura para redactar un bestiario. Quiere compilar en un solo libro todos los monstruos que existen y cómo combaten contra ellos las diferentes comunidades para, así, poder ayudar a la gente a resistir los ataques constantes con mayor eficacia. Quiere ayudar a la gente a dejar de tener miedo.

Por supuesto, esta decisión no será bien vista en su aldea ya que no pueden permitirse perder a una mujer joven en edad de procrear. Aun así, Axlin no se dará por vencida y, finalmente, se marchará junto a los buhoneros de población en población, descubriendo en sus propias carnes la crueldad de los monstruos, pues en los caminos no hay barreras que la protejan. Su destino final es la Ciudadela, una ciudad que, supuestamente, existe al final del camino y cuya naturaleza está a medio camino entre la realidad y la ficción. Se dice que está protegida por altos muros de piedra y que allí los monstruos no entran ni atacan a los humanos gracias a sus férreas defensas y su capacidad de combate. Axlin quiere comprobar con sus propios ojos si ese lugar casi mágico es real y, de ser así, aprender todo lo que pueda para transmitir el conocimiento que allí guardan al resto de aldeas.


Una de las cosas que siempre me ha gustado de Laura Gallego es su capacidad para crear mundos de fantasía. Su worldbuilding muchas veces es en apariencia simple o poco original, pero conforme te vas adentrando en el mismo te vas dando cuenta de que su creación es, cuanto menos, fascinante. Este es el caso de la primera parte de esta trilogía. A pesar de ser un libro introductorio, pues se centra sobre todo en narrarnos el sistema social, el por qué de su construcción, así como los diferentes monstruos que pueblan el mundo y la presentación de los personajes, es una novela cargada de acción. Cuanto más avanzas, más quieres saber acerca de los monstruos. Estos seres son bastante desconocidos para los aldeanos en el sentido de que no saben información básica sobre ellos como por qué se alimentan solo de humanos, cómo se reproducen, de dónde salen, dónde viven... En general, el comportamiento de estos monstruos y el por qué de su existencia es desconocido, lo que hace que como lector quieras indagar más acerca de los mismos y resolver sus misterios. Por eso, yo sentía la misma curiosidad que Axlin y las mismas ganas de saber y de explorar el mundo. Hay tantas incógnitas por resolver que solo quiere saber más. Además, puede que parezca una tontería, pero me ha gustado que dichos monstruos no tengan una nomenclatura super compleja y complicada de recordar; al contrario, tienen nombres muy simples que enseguida te dan una idea de qué tipo de monstruo es: piesmojados, nudosos, pelusas, pellejudos... Esto hace que, al menos en mi caso, resulte más fácil hacerte una imagen de ellos en la cabeza y recordarlos mejor.

En cuanto a los personajes, otra característica que me encanta de las novelas de esta autora es su creación de protagonistas femeninas. Todas ellas destacan por ser fuertes, decididas, saber muy bien lo que quieren y se enfrentan a todo y todos con tal de cumplir sus sueños. Nada puede detenerlas y por mucho que sufran en el camino hasta su destino final, siempre se levantan. En el caso de Axlin, no podía ser menos. A pesar de sus dificultades físicas y su cojera persistente, trabaja igual que el resto de personas de su comunidad y se esfuerza incansablemente para seguir siendo útil. Cuando le delegan el puesto de escriba, estudia sin descanso para aprender a leer y escribir por mucho que los demás no vean esa tarea con buenos ojos. Y una vez está convencida de que quiere viajar para ayudar a los demás, a pesar del peligro y de los riesgos, no parará hasta conseguirlo porque ella sabe que es lo correcto. Es fuerte, inteligente, decidida, curiosa, astuta y se esfuerza constantemente para estar a la altura de las circunstancias y de lo que se espera de ella. Me parece un personaje maravilloso y un ejemplo perfecto de modelo femenino a seguir.

Aunque conocemos a diversos y peculiares personajes durante esta travesía, destacar al co-protagonista, Xein, del que no quiero revelaros mucho porque a mí me sorprendió su evolución como personaje. Axlin se lo encontrará en uno de los enclaves abandonados por los que pasa de camino a la Ciudadela, en el que viven solo él y su madre. Por supuesto, esto despertará la avivada curiosidad de la joven que no entiende cómo pueden sobrevivir ellos dos solos en una aldea medio derruida. Aunque al principio Xein se toma su presencia con recelo y no quiere relacionarse demasiado con ella, pues su madre no ve con buenos ojos a Axlin, al final el hecho de haber vivido toda su vida aislado junto con su madre es más fuerte y terminan haciéndose buenos amigos. Xein es un chico misterioso cuya naturaleza guarda un gran secreto que ni él mismo conoce y que su madre se fuerza por ocultar. Sin embargo, la presencia de Axlin hará que, sin que los jóvenes lo sospechen, se desencadenen una serie de sucesos que terminará con la pacífica y solitaria vida de Xein, el cual está destinado a hacer grandes cosas. Xein es divertido, seguro de sí mismo, un tanto chulesco y muy terco. Es un personaje con el que he tenido altibajos porque en ocasiones me caía muy bien y, en otras, quería estrangularle porque era excesivamente cabezón. Y aunque he empatizado con él y he entendido sus sentimientos respecto a cierto evento importante en su vida, es cierto que, a veces, me ponía de mal humor su comportamiento. Aquí quiero mencionar también algo que puede parecer una tontería, pero que a mí me fascina, y es la capacidad de Laura Gallego para inventarse tantos nombres con "x" para todos sus personajes (que no son pocos). Solo con esta anécdota ya podemos darnos cuenta de su enorme creatividad.

Como ya he dicho, a pesar de ser un libro introductorio siempre están pasando cosas y en este nuevo mundo existen tantos misterios que solo quieres avanzar con la lectura para saber más. Sientes en tu piel la misma curiosidad de Axlin y su misma fascinación por todo aquello que aún no conoce. Por otro lado, la pluma de Laura Gallego es, como siempre, magistral. Es sencilla, pero certera y, a pesar de su aparente simpleza, no se hace superficial ni insuficiente en ningún momento. Su estilo encaja perfectamente con la historia y con lo que nos quiere contar. Respecto al final, terminé el libro deseando saber más no solo acerca del mundo para ir desvelando de una vez sus múltiples misterios, sino también acerca de los personajes y de cómo van a continuar sus caminos ahora que, en principio, han alcanzado parte de sus objetivos.

Como siempre, Laura Gallego no decepciona. El mundo que crea en esta historia es simple, pero, a su vez, complejo, con una serie de dinámicas muy interesante y plagado de incógnitas que el lector desea, junto a Axlin, desvelar. Los protagonistas son muy interesantes, es fácil conectar con ellos, con sus inquietudes, y es muy agradable acompañarles en su viaje y en su evolución. Es un magnífico inicio de trilogía que, a pesar de ser tan introductorio, no se hace pesado en ningún momento; al contrario, te lees las páginas sin darte cuenta. Estoy ansiosa por leerme la segunda parte.
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