Donde los árboles cantan

Es la primera vez que hago dos reseñas de un mismo libro. Han pasado cerca de 3 años desde que lo leí, por lo que no recordaba la mayoría de los detalles. La primera lectura me decepcionó bastante porque tenía las espectativas muy altas, pero esta vez he procurado que no me pasara igual.

Me gusta mucho la ambientación medieval de la novela: doncellas, caballeros, justas, bárbaros, cuentos y leyendas... Viana es una muchacha joven, alegre e ingenua. al ser de alta alcurnia piensa que la vida no puede ser mala para ella, pero la guerra contra los bárbaros pronto le demuestra que no podía estar más equivocada. Despojada de sus riquezas, su posición, su familia y, en definitiva, de su futuro, Viana debe empezar a pensar por sí misma. Aún así, tarda mucho tiempo en reaccionar y deja que otros personajes le saquen las castañas del fuego; esta parte del libro puede hacerse algo pesada o monótona.

Ya ha transcurrido un cuarto de la novela cuando por fin Viana toma las riendas de su vida. Sus días en los bosques se van volando y, cuando te quieres dar cuenta, ha pasado más de año y medio. Ahora Viana ha cambiado, es más independiente, fuerte y avispada, pero igual de imprudente. Sus malas decisiones costarán la vida y el futuro de muchos, lo que nos lleva a escenas de acción que hacen que las páginas pasen volando. Aún así, la trama tarda mucho en llegar al punto importante que dio título a este libro. Apenas quedan 100 páginas cuando descubrimos las maravillas que rodean a los árboles que cantan y por fin vemos fantasía: duendes, hadas, magia, animales salvajes y extraños.

Me sigue sin parecer creíble la relación de amor que surge entre los protagonistas. Sucede demasiado deprisa, sin tiempo a que madure y parezca real. Pero en lugar de oponerme, como me pasó en mi primera lectura, he decidido hacer un acto de fe y hacer que me creo este espontáneo romance.

La resolución de la trama es rápida, simple y emocionante, pero donde realmente reside el encanto y la magia del libro es en el epílogo. Unas pocas páginas bastan para trasmitir una infinidad de sentimientos con un desenlace hermoso y dramático que perdurará en nuestros corazones durante mucho tiempo.

Por último, quería comentar que en esta edición del libro la editorial incluyó dos ilustraciones para coleccionistas. Nunca las he tenido. Imagino que la gente tiene la mano muy larga y las postales volaron cuando el libro estaba en la estantería de la librería. Para la próxima vez, por favor, plastificad los libros y así ningún lector se quedará sin su obsequio.

Saludos ;)