 |
El día que leí «Enero» fue muy gris. Su lectura me generó angustia e indignación que iban creciendo a medida que iba pasando las páginas. Les recomiendo no leer sinopsis o argumentos de esta historia, puesto que podrían decir demasiado. Es una trama en la que es preferible entrar sin conocer sus detalles. Nefer, la protagonista de esta novela, está desamparada y se encuentra absorta por la culpa de algo por lo que no es culpable. Un secreto que grita en su interior con desesperación. Una mujer rodeada y juzgada por miradas hostiles de una sociedad tradicional. La autora nos lleva al campo argentino, un paisaje donde las diferencias entre clases son amplias, la Iglesia tiene un gran peso y ser mujeres significa poder ser violentadas con total naturalidad. El calor de enero y de la realidad que vive esta adolescente son sofocantes. Esta cruda historia es una denuncia de las crueldades que las mujeres vivimos. Lamentablemente, aunque fue escrita a mediados del siglo pasado, se siente demasiado vigente. Es una lectura necesaria. Creo que nos haría muy bien que nos traspasen estas historias para aprender. Sara Gallardo me impactó con su primera novela visualizando una realidad invisible a mediados del siglo XX. Afortunadamente mucho ya está cambiando. |
>
