El libro del cementerio

Este mes me he querido sumergir en esta historia con toques góticos de la mano de Gaiman y su cementerio más amigable que se haya visto nunca.

Esta edición viene acompañada de unas ilustraciones que ayudan mucho a seguir la historia, aunque Gaiman describe tan bien que te hace participe de la historia desde el principio.

Y es que esta historia comienza con un triple asesinato. Conocemos al niño protagonista que escapa de estos asesinatos y se refugia en el cementerio que será su hogar desde ese momento. El niño es "adoptado" por los fantasmas del cementerio. Así que imaginar cómo será la vida de ese niño con esa compañía tan particular. A lo largo de los capítulos vemos como Nadie, nombre que le ponen al niño, va creciendo y aprendiendo de la vida de los vivos a base de situaciones, unas mejores y otras peores. Puede parecer una historia donde las cosas suceden sin más. Pero cada uno de esos capítulos muestran una pieza importante para el capítulo desenlace de esta historia. 

Hasta el final no se sabe el por qué del asesinato de la familia de Nadie y el por qué le siguen buscando a él aunque parezca que ha desparecido del mundo. 

La historia tiene partes muy bonitas con esa relación de Nadie con los fantasmas. Descubrimos la  historia de muchos fantasmas a través de las interacciones de Nadie con ellos o por pequeñas anécdotas que cuentan. Me ha gustado ver con otros ojos esa parte de historia de un cementerio, sus leyes o normas que pueden poner los fantasmas. Es una forma de ver un cementerio y que no sea de una forma triste por la historia que nos puede acercar a él. Y es que las descripciones de Gaiman son precisas pero consigue meterte en ese ambiente lúgubre, decadente y escalofriante de un cementerio. Aunque luego esa sensación se calma con la relación entre Nadie y los fantasmas. Eso sí, la sombra del pasado siempre esta acechando en todo momento

El final es entre triste y nostálgico. Además de hacer reflexionar sobre los acontecimientos que ocurren y el cómo actuaríamos cada uno en esa situación. Además de esos toques oscuros tiene mucho realismo mágico, un sello de la cada Gaiman. 

En conclusión, una historia de fantasmas, cementerios y asesinatos que tiene un toque muy dulce por el protagonista y esa vida que tiene tan particular. En cada capítulo Gaiman te hace reflexionar y ver la historia con mensajes entre bonitos y tristes por ser adultos y no ver el mundo como cuando éramos niños. 
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