Un chico cualquiera: Aprendiz de gigoló

¡Hola a todos!

Últimamente me estoy animando con autoras desconocidas para mí, en este caso le ha tocado el turno a Sibila Freijo con Un chico cualquiera: Aprendiz de gigoló de la editorial Vergara.

La verdad, y no sé por qué, esperaba una historia bastante distinta a la que he encontrado, ni mejor ni peor pero sí me la imaginaba distinta.

Raquel es una mujer de clase alta que a sus cuarenta años ha sido abandonada por su marido de un día para otro, sin esperarlo ni imaginarlo la supuesta felicidad en la que vivía se ha esfumado y a eso hay que sumar el hecho de que la ha dejado por otra mucho más joven. La ruptura y la traición sume a Raquel en una espiral de caída que la llevará a perder su trabajo como directiva en una multinacional cosmética. Hundida en el alcohol y con los encuentros sexuales con desconocidos que mantiene en Tinder como única interacción de social, está hastiada de su vida, pero tiene que hacer algo rápido pues ya casi no tiene dinero y el lujoso piso donde vive no se va a pagar solo. Así que la idea para solucionar sus problemas económicos le vendrá en el lugar menos esperado: a raíz de la despedida de soltera de una de sus amigas donde contratarán un gigoló, Raquel no podrá dejar de pensar en él, hasta el punto de contratarlo durante un par de horas. En ese momento se le ocurrirá la idea de abrir su propia agencia de gigolós, al fin y al cabo no puede ser tan difícil, tiene los contactos y lo demás lo puede aprender sobre la marcha y Maxi, el nuevo socorrista de la piscina con el que fantasea de vez en cuando, será su chico estrella.

Maxi trabaja como entrenador en un gimnasio pero como este cierra durante el verano buscara un puesto de socorrista en la piscina del edificio de Raquel para no quedarse sin ingresos que aportar a su casa. A sus treinta años Maxi aún vive con sus padres, su padre tiene alzheimer y él se ocupa de cuidarlo junto a su madre. Por otro lado está Isa, la novia de toda la vida de Maxi, es tatuadora y acaba de abrir su propio negocio, por las circunstancias de la vida de cada uno todavía no se han independizado y están esperando que las cosas mejoren para hacerlo y empezar a tener su propia vida como pareja.

Al principio la propuesta de Raquel le parecerá una locura, pero al ir pensándolo ve en ello la oportunidad de conseguirle a su padre una buena residencia donde puedan ofrecerle los cuidados que necesita y a su madre un poco del descanso que se merece a la vez que puede conseguir su ansiada independencia. Pero este nuevo trabajo no va a ser tan fácil como él pensaba, además de todo lo que va a tener que aprender para prepararse para el trabajo, le tiene que sumar el tener que ocultárselo a su familia, lo que le traerá problemas sobre todo con su novia, Isa.

Maxi es un chico sencillo, de barrio, un chico acostumbrado a trabajar, salir de cervezas con los amigos, ir en moto, pasar tiempo con sus padres y con su novia Isa. al comienzo acepta por mejorar las condiciones de vida de los suyos, pero al ir adentrándose en el mundo que Raquel le muestra se da cuenta de que su mundo en realidad es muy pequeño, que ahí afuera hay un mundo muy grande del que él desea saber más.

A Maxi se sumaran, Omar, un iraní que Raquel conoció en un avión, Telmo un argentino.

La historia se va a centrar en ir presentándonos y conociendo a los personajes, sobre todo a Raquel y Maxi que son los que llevan el peso de la trama, y todo lo que deben hacer para iniciar el negocio que Raquel tiene en mente, veremos el proceso, las dudas, la atracción que surge entre ellos pero a la que no darán rienda suelta pese a que ambos lo desean, ambos son tan distintos como el agua y el aceite pero sin embargo la química es tan fuerte que saltan chispas.

Entre los secundarios destacaría a la tata, ainss la tata, los buenos momentos que nos deja, es uno de los personajes que más me ha gustado por la sensatez y cordura que intenta inculcar sin mucho éxito a Raquel.

El libro tiene trescientas ochenta páginas divididas en sesenta y un capítulos. La narración es en tercera persona por un narrador omnisciente, sencilla llegando a ser coloquial dependiendo del personaje, la narración en tercera persona casi siempre suele ser en pasado pero en este caso me ha resultado extraña porque cuando se centra en Maxi, se nos narra en presente como si el narrador estuviera dentro de la cabeza del personaje en ese mismo momento y nos fuera contando las cosas tal y como este las ve y la siente.

La historia, aunque la autora nos lo presenta de forma desenfadada, en ciertos momentos me ha causado sentimientos encontrados ya que obviamente a Maxi nadie -excepto su situación personal- le obliga a prostituirse, pero me ha hecho sentir mal lo que el pobre está dispuesto a hacer para ayudar a los suyos y mejorar su vida.

La historia tiene momentos muy surrealistas y también muy divertidos, por ejemplo el seminario de Juan Salvador Seductor no tiene precio, yo no tenía muy claro si el tipo se creía en serio todo lo que les estaba contando o si estaba timándolos de lo lindo.

El final me ha dejado a cuadros, porque las cosas van desarrollándose y tú vas esperando una cosa y temiendo que el final no iba a terminar como me gustaría, pero llega el final y ves el continuara... y me ha creado una confusión de sentimientos, por un lado me he alegrado un montón porque, al no saber que este libro tenía una continuación ya veía yo un final que me dejaba muchos hilos sin atar y no me iba a terminar de gustar, pero por otro me ha dejado estupefacta y algo enojada, porque... ¿cómo hago yo para aguantar hasta que publiquen el próximo libro?
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