Todos buscan a Nora Roy

“Todos buscan a Nora Roy” es el nuevo libro que nos trae Lorena Franco y para mí, el segundo que leo de la autora. Ya el año pasado asumí que estaría muy pendiente de su próxima publicación ya que me gustó su estilo, su prosa ágil que engancha prácticamente desde el inicio, y afortunadamente puedo decir que ha vuelto a cumplir mis expectativas.

En esta historia nos presenta a Eva, una joven en proceso de duelo por la pérdida de su abuela que, sumada a una ruptura sentimental, le ha llevado a encerrarse en sí misma y se dedica básicamente a trabajar, ver la tele, fumar y beber un poco de más para conseguir dormir. Una de sus amigas insiste en que comparta piso y acaba alquilando una habitación a Charlotte, una compañera que pasa la mayor parte del tiempo metida en su habitación para al final desaparecer dejando un rastro de sangre. Mientras tanto la autora nos va dejando retazos de un terrible suceso en un hospital psiquiátrico, a través de artículos periodísticos, que evidentemente te hacen preguntarte cual será la relación entre todas estas personas y acontecimientos. Cada personaje que aparece a lo largo del libro provoca dudas y preguntas, e incluso aunque tenía claro que había ciertas personas de las que no podía fiarme en absoluto, el porque era un misterio hasta que la autora decidía contármelo. Precisamente el misterio, el no saber y que me mantengan en suspense, es una de las cosas que más me gusta de la autora. Que me dé espacio para pensar en las posibilidades, pero sin saber si acertaré o no hasta el último momento.

Si ha habido un detalle que me quitaba un poco la inercia de la lectura ha sido algo en relación con Eva. Entiendo que su profesión es parte del personaje (se dedica a la tanatopraxia) y evidentemente nos ayuda a conocer más sobre su forma de pensar y ver la vida, pero creo que no es necesario describirnos cada jornada laboral, con quien está y porque esa persona ha llegado ahí. La trama del libro ya es durísima, leer sobre esto cada pocas páginas con todo detalle solo añadía tristeza y depresión al libro y sinceramente, para mí era demasiado.

Aparte de eso, la verdad es que en general acabé muy contenta con la lectura. Como dije me parece que toda la trama ha estado muy bien organizada e hilada. Una de las mejoras cosas es que nada ha quedado al azar, todo tiene una explicación y un final, te guste más o menos. No quiero decir a que caso real me ha recordado el libro porque daría pistas sobre la trama, pero lo he tenido presente casi toda la lectura e incluso al final, cuando me moría de la rabia con un suceso concreto pensaba “es que es la maldita vida real”. Aun así, aunque ya dije que es una historia dura, también es cierto que la autora se asegura de añadir una trama secundaria que relaje el ambiente, un poco de luz en medio de la oscuridad. Y es el conjunto total, la trama, las horas de enganche que me ha dado, todo lo que he teorizado, mis aciertos y mis fallos los que me hacen decir que lo recomiendo sin problemas. Si no conocéis a la autora y os gusta el género, dadle una oportunidad, y si la conocéis y ya os gustaba, no lo dudéis porque merece la pena. Además, no es un libro extremadamente largo, así que incluso quien no disponga de mucho tiempo no sentirá que se eterniza leyéndolo.