El gran Gatsby

"El gran Gatsby" es una de las novelas que nunca fallan en todas esas listas que recogen las mejores novelas de la historia, los libros que hay que leer al menos una vez en la vida o las que enumeran los libros que debes leer antes de morir. Sabía que tarde o temprano tenía que pasar por mis manos y el mes pasado llegó su momento.
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Nick Carraway, un joven de buena familia, se traslada a Long Island para trabajar en finanzas. Allí se instala en una casita justo al lado de una gran mansión en la que las fiestas se suceden cada noche. En una visita a su prima Daisy descubre que detrás de esas fiestas está el misterioso Jay Gatsby, un hombre al que todos dicen conocer y nadie parece conocer en realidad. A través de Nick, conoceremos quién se esconde detrás de tan extravagante vida.
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Ambientada en lo que se llamó la era del jazz (término que popularizado por el propio Fitzgerald) o los locos años 20, la novela dibuja un mundo decadente en el que las fiestas, la libertad y el derroche eran la principal preocupación para el sector privilegiado de la sociedad. El autor consigue con brillantez recrear una alta sociedad frívola y superficial que desprecia a los arribistas y a las clases más humildes.
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Junto con una ambientación y una narración impecables, Fitzgerald consiguió meterme en una época desconocida, encontré unos personajes complejos y de dudosa fiabilidad. La mirada subjetiva de Nick Carraway va presentado a unos personajes crueles, hipócritas e infantiles. Gatsby es el único que escapa de su dura crítica, aunque con luces y sombras, nos muestra a un hombre lejano a la superficialidad del resto. El único personaje al que no le mueve el dinero sino el amor y los sueños de juventud.
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"El gran Gatsby" es una novela que habla de avaricia, poder y dinero, pero también de amor, nostalgia, sueños inalcanzables y pasados idealizados imposibles de recrear.
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No puedo decir que no me haya gustado, pero no he encontrado la gran novela que esperaba. Me gustó mucho el inicio y el final de la historia, pero no puedo decir lo mismo de su parte central que me resultó algo floja. Aún así, lo considero un clásico que merece la pena leer. Ya puedo tachar otro clásico de mi larga lista de pendientes.