Generación ofendida: De la policía cultural a la policía del pensamiento

Creo que esta es una de las reseñas más difíciles que he hecho hasta ahora. ¿Cómo hablar de un tema tan complejo con tan pocos caracteres? ¿Cómo saber resumir y focalizarse en lo importante dentro de tanta reflexión concatenada? Y, sobre todo, cómo hacerlo exponiendo temas sensibles en una sociedad que cada vez tiene la piel más fina. Y es que... ya lo deja claro Caroline en el título de su ensayo, vivimos en la era de la generación ofendida.

En una época en la que ansiamos avanzar hacia la integración, la puesta en valor del mestizaje, el respeto mutuo, la globalización...; acabamos comidos (respaldándonos en un "buenintecionismo" mal entendido) por el hate y la intransigencia, por esa segregación en contra de la que supuestamente luchamos.

«¿Son las redes sociales la nueva Inquisición? Lugar de libertad, Internet también es el lugar de todos los juicios.» El Confidencial.

Ciento sesenta páginas que me han llenado de impotencia. Que exprimen a fondo un tema que tal vez nunca hayamos abordado desde la perspectiva que nos brinda Fourest o, en mi caso, descubriendo tantos datos que abren los ojos a una realidad sobre la que ya tenía sospecha.

«La tiranía de la ofensa reina por doquier, como preludio de la ley del silencio.» El Confidencial.

Generación ofendida ha sido de esas lecturas necesarias para crecer un poco más como miembro de este mundo loco. Puedes estar o no de acuerdo con lo se expone, pero lo que es indudable es que no deja indiferente y enriquece porque, parece que se nos está olvidando, escuchar o leer lo que el otro tiene que decir desde el respeto, siempre trae consigo crecimiento.

Un interesante ensayo que pone de manifiesto la "piel tan fina" que abunda en nuestra sociedad. Una generación que se ofende por todo o, mejor dicho, que se ofende muchísimo con determinadas "agresiones" a determinadas minorías sociales. La autora hace un buen repaso de la censura cultural que se ha ido extendiendo desde Estados Unidos a Europa. Pone ejemplos concretos bastante lamentables donde el pensamiento único ha acabado con el rigor intelectual, el sentido crítico o la argumentación racional. Especialmente significativa es la crítica que hace a muchos ambientes universitarios, y a la izquierda cultural y política, que ha alimentado esa irracionalidad con discursos ideológicos inamovibles.
Una crítica al victimismo irracional, a las políticas de identidad que anulan cualquier razonamiento y diálogo, a la cultura de la cancelación y lo políticamente correcto, a la tiranía de la ofensa y la inquisición de la «policía del pensamiento». Muy recomendable para comprender algunos rasgos de nuestra sociedad posmoderna.