El tenis como experiencia religiosa

Antes de enfrentarme a la gran obra de Foster Wallace, “La broma infinita”, de la que dicen que es uno de los ocho miles lectores, me aconsejaron leer alguna obra menor del autor y me decidí por éste, que contiene dos artículos sobre tenis, en el que demuestra sus grandes conocimientos ya que en su juventud fue un destacado jugador.

En el primer artículo DEMOCRACIA Y COMERCIO EN EL OPEN DE ESTADOS UNIDOS, nos hace un perfil de los más destacados jugadores, tanto físicamente como técnicamente, incluso se atreve con sus indumentarias y sus tics. Nos describe todo el negocio alrededor del torneo, patrocinadores, puestos de merchandising, de comida rápida, el tipo de gente que acude, los chanchullos alrededor de las entradas que se cuecen, curiosidades del torneo, descripción de las instalaciones… vamos una radiografía del torneo de forma amena y apta para curiosos.

El segundo de los artículos FEDERER, EN CUERPO Y EN LO OTRO, es una oda al jugador suizo, su encanto personal, su humildad, su elegancia, su destreza técnica, su rapidez, su tipo de juego y estrategia, como ha significado un antes y un después en la evolución del tipo de juego y de paso nos comenta los cambios producidos en los materiales de fabricación de la raqueta y su implicación en el cambio de tipo de jugadores, más robustos para soportar el juego de fondo en el que la velocidad y la fuerza se han incrementado exponencialmente.
Creo que este libro se disfruta más si se es un aficionado al tenis, porque en algunos momentos, los datos técnicos abruman un poco, pero a pesar de eso se disfruta porque Foster Wallace es un virtuoso de la palabra, una escritura sumamente inteligente y llena de humor e ironía.

Desde luego, si esta es la muestra que necesitaba para animarme a afrontar “La broma infinita” lo ha conseguido.