El corazón de los ahogados

Este es el tercer libro que leo de Daniel y sin duda no será el último porque siempre me sorprende. Esta vez se ha atrevido a recrear un clásico de la novela negra, de Agatha Christie, eso sí a ritmo de thriller.

Ya en el prólogo nos presenta una escena siniestra, preludio de lo que nos vamos a encontrar entre sus páginas.

Nos adentramos así en un thriller cargado de suspense, con una atmosfera claustrofóbica, pese a que estamos en un pequeño islote a medio camino entre la costa de Almería y el norte de África: la Isla de Alborán, rodeados de un mar rugiente, gaviotas y una lluvia persistente que golpetea sin descanso.

Con enorme realismo, la novela traza dos hilos argumentales que avanzan en paralelo, y en los que el mar es el común denominador.

Por un lado el que nos acerca el drama de quienes deciden jugarse la vida, con la esperanza de alejarse de la miseria. Asi en una patera realizamos un viaje repleto de sueños y esperanzas pero también de ilusiones rotas.

Y por otro el que gira en torno a los crímenes que se producen en Alborán, ese islote con su faro, Paraje Natural, en el que se encuentran un biólogo y nueve soldados.
Estos últimos, entre los que está la sargento de Infantería de Marina Julia Cervantes, llegan a la isla para relevar a sus compañeros que han descubierto, en el cementerio, una cabeza humana rodeada de ciertos elementos que evocan un ritual.
Aislados por una tormenta, sin combustible, sin municion y sin comunicación con tierra firme, el terror empieza a adueñarse del destacamento, a la vez que comienzan a producirse muertes, y una inquietante canción suena por la megafonía de la isla.

Daniel utiliza la narración en tercera persona, para hacernos sentir un personaje más, y transmitiros ese ambiente claustrofóbico y asfixiante en medio del mar. Nos hace participes de los miedos y pensamientos de los distintos personajes, sobretodo de Julia, una mujer fuerte pero que esconde un corazón roto y un alma desgarrada.
Al leer, no podemos evitar sentir una sensación de desamparo y angustia que nos corta la respiración.

Y, puesto que su autor es militar, nos acerca a su mundo describiendo con riguroso detalle los procedimientos y rutinas, el lenguaje y la interacción entre los militares. También, ese lado más personal al poner de manifiesto el sacrificio que conlleva esa labor de servicio y auxilio por la Patria y hacia los demás.

Daniel ha logrado crear una historia inquietante, adictiva y cargada de suspense. Pero va más allá e introduce una crítica social ante el drama de la migración, a la vez que rinde homenaje al papel de la mujer dentro de las Fuerzas Armadas.