Nunca

Ken Follett nos ofrece una trepidante novela repleta de acción, espías, terroristas, traficantes, personas desesperadas, dirigentes de países varios y políticos de alto nivel. Por tener, incluso tenemos algún que otro romance.

Nos vamos a encontrar sucesos que no distan mucho de lo que podemos ver en cualquier en cualquier noticiario, esos a lo que apenas prestamos atención por ocurrir en la otra punta del mundo. Se nos irán mostrando diferentes situaciones que parecen no tener relación, pero que terminan siendo gotas de agua que van, poco a poco, llenando un vaso que amenaza con desbordarse.

Es muy fácil meterse dentro de la historia a pesar de la gran cantidad de personajes y escenarios. Porque con este libro vamos a viajar bastante. Chad, Estados Unidos, China y Corea del Norte son algunos de los lugares a los que nos va a llevar la lectura.

No he tenido grandes problemas para saber quién era quién, sobre todo porque cada grupo de personajes están concentrados en sus propias localizaciones. La descripción de lugares, personas y sucesos está muy bien lograda y consigue trasladarte allí con ellos e incluso sufres, o te alegras, con lo que les va sucediendo.

Al principio parece que comienza con tranquilidad, pero enseguida se va acelerando hasta que llega un momento en que es imposible no estar en vilo. Quieres leer más, necesitas saber que va a ocurrir y descubrir si tus temores se van a hacer realidad.

Me ha gustado mucho el libro y no veáis lo que engancha. Lo cogí en un impulso tonto y luego tenía mis dudas al ver el grosor. El autor me encanta en thriller, pero sigo teniendo “Los pilares de la tierra” a medio leer desde hace años. Así que temía haberme equivocado con la adquisición, pero para nada. No lo he visto delante y habría tardado menos en leerlo si no lo hubiera tenido que alternar con otros, por las lecturas conjuntas, pero seis días no está nada mal para un tocho de más de ochocientas páginas.

Trata temas de rabiosa actualidad que os harán pensar en la situación en la que están partes del mundo de las que no nos preocupamos, pero que pueden ser un polvorín. Da miedo solo de pensarlo, así que además de entretenernos la novela nos puede servir para pensar y plantearnos cuestiones que creemos que no nos van a afectar.

Os animo a darle una oportunidad al libro, y que no os asuste su extensión porque, si os engancha, lo vais a devorar.