Las tinieblas y el alba

Ambientada entre finales del s.X e inicios del XI y precuela de la trilogía de Los Pilares de la Tierra. La historia nos cuenta como la vida cambia para Edgar y su familia por el poder del obispo de Shiring, Wynstan y sus hermanos el barón Wigelm y el conde Wilwulf, que es hermanastro de los dos primeros. Estos son, junto con Edgar, la futura esposa de Wilwulf Ragna y el monje Aldred, los protagonistas de la novela con una narración escrupulosa en la historia con alguna licencia literaria. Edgar y su familia se asientan en Dreng's Ferry donde tendran que sobrevivir como puedan: él en la taberna de Dreng, primo del obispo; y los demas en unos terrenos de dificil cultivo. En el pueblo conoceremos otros personajes: Cwenburg, hija de Dreng, o Blod, esclava del mismo. Nos hace viajar a una época oscura donde los dueños de esclavas son libres para prostituirlas, aunque no pueden matarlas, el castigo por ello es tan leve que nada les impide hacerlo. Donde en la pobreza aparecen codicias, odios y sed de venganza. Y en el que nos muestra como a pesar de haber un rey, en realidad casi no tiene voz para las decisiones, siendo personajes como Wilwulf o sus hermanastros los que manejan a su antojo a los vecinos que viven en sus tierras. Las luchas de poder entre el rey y los poderosos señores traerá traiciones y planes para tener mas poder. Ken Follet nos lo vuelve a mostrar con una historia repleta de secretos, violencia, sexo, sueños, luchas por la verdad frente a la maldad... Los hermanastros, cada cual a su manera, son la representación del salvajismo y el poder ilimitado de los señores de su época, aliados con su madre Gytha. Wilwulf se deja convencer por la capacidad de negociación y estrategia de su mujer. Por estas razones se convertirá en enemiga de Wynston, Wigelm y Gytha. El amor, la politica y la evolución de los pueblos ingleses son los protagonistas de la novela. Es una novela muy buena, con una trama principal y una gran cantidad tramas secundarias excelentemente unidas. Con poco mas de una docena de personajes sobre los que giran el resto. Una mezcla perfecta de los ingredientes de una buena novela histórica: estupenda documentación de la época, mezcla de personajes reales con fucticios, tramas que se unen con fluidez, buena narración y nos muestra sentimientos y pensamientos como la paz y la guerra, amor y odio, solidaridad y crueldad, amistad y rencor, libertad y esclavitud, pobreza y riqueza...