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No estoy seguro de qué pensar de Perdida. Si bien la historia está muy bien escrita, llegué a sentir fuertes sentimientos negativos sobre cada uno de los personajes principales antes del final del libro. Eso en general es el signo mismo de odiar el libro también... Pero en el caso de Perdida, no es tan simple. El ritmo rápido y el hecho de que Flynn sigue lanzando bombas de giro de la trama como si fuera la Segunda Guerra Mundial hace que sea imposible dejar de leer. Este libro jugó seriamente con mi mente y todavía estoy en el proceso de averiguar si eso es algo bueno. Igual no puedo negar que es una lectura entretenida. El puteo es demasiado para mi gusto y no me gustó el final, pero Perdida vale la pena leerlo.
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