Madame Bovary

Emma se caracteriza por una construcción completa a la par que compleja, independientemente de la justificación de sus actos. El resto de personaje queda en un segundo plano y, aún así, su desarrollo está muy definido.

El autor escribe esta historia con un estilo muy fluido, aunque con demasiadas descripciones del entorno físico y las personas que, para mí, son innecesarias. Sin embargo, consigue que la lectura sea ligera.

A pesar de lo anterior, gracias a estas descripciones se produce un gran contraste en la personalidad de Emma, reflejando perfectamente el contexto histórico contra los deseos de una mujer como ella en esta época.

Ha sido una lectura fluida y me ha gustado conocer a Emma. Sin embargo, la trama me ha resultado bastante aburrida y tantas descripciones me enervaban, en cierta manera. No ha estado mal, pero no puedo decir que me haya gustado.