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Tras haber visto recientemente su última adaptación cinematográfica tenía ganas de leer la obra original y encontré un reto literario que me animaba a unirme a él, algo que hice. Si bien los primeros capítulos me costó entusiasmarme, a medida que avanzaba en el relato y observaba las locas fiestas que se sucedían en la casa del sr. Gatsby, la trama consiguió atraparme. Venía esperando encontrar una pequeña parte de la locura de los años 20 del pasado siglo y así fue, pero también el lado no tan alegre de aquella época, reflejada en los personajes que rodean al protagonista, librando un poco de ello al narrador, que nos cuenta la historia desde su limitado punto de vista. El estilo usado por el autor ha ayudado a disfrutar de la lectura, combinando un ritmo sincopado al describir las fiestas y otro, lleno de hermosas metáforas y construcciones en los momentos relajados.
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