Recorrido por la obra del pintor británico más influyente del siglo XX. El texto explica con detalle el estilo y la evolución del artista, pero tiene un problema: el lenguaje que utiliza es tan rebuscadamente pretencioso que, o bien te lo tomas a guasa, o es insoportable. Aquí una muestra: "La pintura de Bacon es la superposición y mezcla de una intimidad subjetiva, formada por la completa asimilación corporal de la existencia y su objetivación en la transfiguración formal." Pues así de cargante es todo el libro, una empanada mental de proporciones cósmicas que no casa para nada con la filosofía de la editorial, la cual siempre ha pretendido acercar la cultura al gran público. Eso sí, serviría para un sketch de los Monty Python. |