Soy una cotilla. Lo asumo. Pero es que hay algo maravilloso en leer sobre los procesos de escritura de las autoras. Este libro incluye cuatro textos inéditos, donde Elena Ferrante habla de lectura, de escritura, de la jaula que supone escribir y de la libertad que es necesario buscar dentro de esos márgenes. Especialmente valiosas, son las reflexiones sobre la búsqueda de la voz narrante a lo largo de sus obras. Todas ellas protagonizadas por sujetos femeninos. Me ha fascinado el concepto de la “recíproca alteridad necesaria”. Quienes hayáis leído la saga “La amiga estupenda” probablemente intuyáis a qué se refería cuando dice «lo sforzo non è più scrivere per sé dei traffici col mondo ma raccontare le altre, esserne raccontata, in un gioco complesso di immedesimazione ed estraneità.» A lo largo de los ensayos, cita y dialoga con muchas autoras en quienes se ha inspirado y se ha descubierto; Gaspara Stampa, Virginia Woolf, Adriana Cavarero, Gertrude Stein, Emily Dickinson. Y, de alguna manera, propone una fusión del talento femenino, ante una lengua que históricamente no acoge la verdad de las mujeres. «(…) non un rigo va perso nel vento» / «ni una línea se pierde en el viento» Me ha encantado. |