No podía tener mejor título el libro. Delia nos cuenta el amor molesto que siente hacia su madre fallecida, es molesto porque duele, porque desenvuelve historias de su pasado que ha preferido olvidar. Pero cuando Amalia, su madre, aparece muerta flotando en el mar, ese mar no solo arrastra el cadáver de su madre, arrastra hacia la arena su infancia, su vida con su madre cuando era una niña, aquellas vivencias, visiones de un padre narcisista que quería apagar la luz de su madre a base de golpes. Volver a Nápoles le devuelve olores, sonidos y ruidos, imágenes, y le devuelve la historia de Amalia, aquella historia de una madre que solo podemos llegar a entender bien cuando somos adultas. Tenía muchas ganas de leer algo de Elena Ferrante, la había reservado mucho, sobre todo porque nadie sabe quién es ella, y me pregunto ¿será como Carmen Mola? Ahora que la conozco me daría mucho coraje, y no soy capaz de afirmar que no sea así. Tendré que seguir leyéndola. |