Cuando hay un divorcio por medio y con mucho dinero a repartir en bienes gananciales… y una tercera persona. La despechada en este caso Mariola no se lo va a poner fácil a Álvaro. Lo quiere todo. Intereses por parte de otros empresarios, de Ana, la nueva novia y futura esposa, por la sobrina que es quien hace triquiñuelas a escondidas de Álvaro en la empresa en la que tiene poderes. Hasta que un día Álvaro en pleno proceso sufre un “accidente” en el que fallece en lo que claramente no ha sido fortuito. Todos los de su alrededor parecen tener un motivo para que Álvaro desapareciera. Ahí es donde entra la Jueza Inmaculada con su extraña relación con su secretario Julián. Por otra parte, conoceremos con flashback la historia de Álvaro desde que era un niño, que no puede ser más dura y tierna a la vez, que será la que quizás esclarezca los hechos. Es una novela con dos hilos temporales que hacen que el autor no se pierda en ningún momento, es más, que quiera saber más. Porque ambas historias mantienen la intriga de la novela y a medida que nos sumergimos en las letras de Almudena queremos saber más. La historia cada vez se va complicando más y esa necesidad de ir sabiendo o de ir descartando sospechando que parecen aparecer de debajo de las piedras hacen que cada vez vayamos más perdidos. Y es que Almudena va a jugar con nosotros hasta el final dándonos puntadas de que cualquiera puede haber sido, lo que nos mantendrá más intrigados si cabe. ¿Tantos enemigos tendría? ¿Era más valioso muerto que vivo? ¿Cómo fue la historia de Álvaro de pequeño? ¿Cómo le trato la vida? Todo eso nos lo irá desvelando Almudena en pequeñas dosis en una magnífica novela. + Leer más |