La dentellada

Estamos ante una obra de investigación policial de una serie de asesinatos que mantiene la intriga y que consigue el tan esperado efecto de este tipo de libros: hacer que el lector dude de todo y de todos.

La trama tiene la extensión justa para que, en un solo libro, pueda quedar todo bien cerrado y con una explicación coherente. Si bien es cierto que hubiera agradecido alguna pista más a lo largo de la trama que me diera indicios suficientes para crear más conjeturas, es igual de cierto que al final no nos falta ninguna pieza para entender el cierre en cuanto a la trama de investigación se refiere. Y debo decir que en todo momento he sentido esas ganas de seguir avanzando y llegar a la resolución.

En cuanto a "la otra trama", la de la historia personal del protagonista, me hubiera gustado que se le sacara un poco más de partido. El hecho de no enfocarse únicamente en la investigación nos permite profundizar más en el protagonista, pero esto es un arma de doble filo, pues en el momento en el que le das a la historia más capas a parte de la policial, no resulta fácil encontrar el equilibrio entre ellas. En este caso, tenemos un protagonista muy bueno en el ámbito profesional, pero imperfecto en lo personal; y aunque es cierto que, a lo largo de la obra, entremezclado con la investigación, vemos varias escenas del protagonista fuera del ámbito laboral y que, de hecho, se le da cierre también a esta trama, irónicamente he sentido que se impartía justicia en el aspecto criminal de la historia, pero que algunos aspectos de esta trama más cotidiana quedaban impunes.

Para finalizar, me gustaría destacar la ambientación. No es habitual tener la oportunidad de recorrer las calles de ciudades de España "no tan comunes". Por ello, ha sido un placer tener la oportunidad de visitar Zamora, de cuyos rincones he podido disfrutar con gran detalle sin que eso entorpeciera el avance de la historia.

Una lectura amena, entretenida, que avanza a buen ritmo y con un final atípico que, si bien puede flojear un poco en el desarrollo de la historia principal del protagonista, nos presenta una buena trama de investigación que contentará a los lectores que anden con ganas de perseguir asesinos e impartir justicia.

Muchas veces lo he comentado y ahora lo voy a decir una vez más. Lo bueno de ser un apasionado de la lectura es la oportunidad de descubrir a gente nueva, sabia nueva en el gran árbol que es la literatura y todo lo relacionado con el mundo de las letras.

"La dentellada", la primera novela que escribe Eduardo Fernán-López, es Finalista al Premio Icue Negro que entrega el festival literario Cartagena Negra y tengo que decir que es Finalista con razón porque es una novela que, aunque supone el debut de su autor, está muy bien trabajada, muy bien planificada y cuenta con unos personajes que marcan escuela. Siempre es un placer leer novelas bien curradas, es algo agradable para los sentidos de los lectores.

Quien lea "La dentellada" podrá viajar, si no lo conoce todavía como es mi caso, hasta Zamora, un lugar en el que apenas pasa nada pero que, en la novela pasa de todo. al mismo tiempo, tendrá que ayudar al inspector Martín Brétema a atrapar a un cruel asesino que siembra el terror por los cuatro costados de la ciudad y también ayudará al inspector en la tarea de averiguar quién es el compañero que se está dedicando a filtrar información delicada sobre el caso a la prensa para desprestigiar la labor llevada a cabo por Martín Brétema.
Lo mejor de Brétema es que, por muy solo que parezca estar, nunca lo está y esto es muy importante desde mi punto de vista porque en la vida real hay que saber en quien apoyarnos y en quien poder confiar cuando vienen los problemas, las dificultades, etcétera.

Otro aspecto de la novela que quiero resaltar es que me he dado cuenta de que hay que saber, o por lo menos tratar de, combinar cosas de trabajo con cosas de nuestra vida privada, cosa esta que nunca se consigue alcanzar por motivos diversos.