Racer de la Saga Real de Katy Evans; el niño consentido de Remy Tate, se creció, y se ha convertido en un hombre impresionante, terriblemente atractivo y tan interesante que tiene historia propia. En ésta ocasión será Lana, quien con sólo una abolladura en su Mustang rojo cereza, logrará despertar mucho más que su atención. Lana pertenece a la escudería HW Racing de la Fórmula uno, que pertenece a su familia. Y aunque suene muy glamorosa, la realidad es que están apunto de entrar en quiebra, no tienen patrocinadores, ni recursos y nisiquiera un piloto; todos están perdiendo las esperanzas, pero Lana está aferrada a salvar los sueños de su familia. Es por eso que viaja a contra reloj en busca de un piloto que valga la pena, y es en San Petersburgo que encuentra a un muy atractivo Racer. Quien no solamente maneja majestuosamente su auto de carreras, también lo hace con las sensaciones de su cuerpo. Es irresistible, y Lana no es de piedra; pero afortunada o desafortunadamente, también ha encontrado en él, el mejor piloto que podría desear. Así que debe poner un muro entre lo que siente y desea de él, y el bienestar de la escudería. Pero nadie dijo que sería fácil, y la insistencia de Racer, hará temblar esos muros de Lana. Como toda la Saga Real, ésta historia me ha encantado, y Racer resultó ser mucho más romántico que su padre, pero igual de apasionado; así que es fácil caer rendida ante él. |