La energía Sanadora de la Enfermeda

Apreciar más y de manera más consciente, fue otra de las enseñanzas que la enfermedad me estaba obsequiando. Todos esos detalles que damos por sentado, todo lo que hacemos de manera automática y sin pensar, cómo por ejemplo poder tener los pies sobre la tierra, mirar las cosas desde la posición del que está de pie, o la misma ducha, eran esos pequeños presentes que hoy sigo disfrutando. Aprendí que en lo simple también se encuentra lo valioso.