El libro me ha encantado. Es un libro de realismo mágico... No hay que esperar explicaciones a lo que pasa, sólo vivir el presente y lo que pasa. El libro comienza cuando Hilda, una persona de 79 años que falleció hace un año, despierta y sale de la tumba. Se arranca los gusanos de la boca, araña con sus uñas la madera de su ataúd y la tierra. Y vuelva a casa. A la casa en la que vive su marido viudo. Un marido con un duelo complicado, que la echa muchísimo de menos. Una hija y una nieta, que no son de sangre, pero que son de vida. Y ahí empieza la historia. ¿Cómo es posible que esté viva? ¿Qué ha pasado? Sus amigas, el cura, la familia... Sentimientos, formas de actuar, preguntas. Me ha encantado. |