Una vez más confirmo que para mí, Annie Ernaux nunca falla. El modo tan natural y sencillo pero a la vez brutal en la que nos relata sobre las emociones humanas y su complejidad, lo conmovedora que pueda a llegar a ser su pluma sin necesidad de recurrir a tantas palabras, el verte atrapado en un vértice de sensaciones mientras vas siendo parte de la historia, la capacidad de transmitir usando frases concisas y todo lo que uno reflexiona al terminar una obra suya es parte de la magia que la rodea. Aún me quedan muchos títulos por descubrir de Ernaux y me queda claro que, de esta autora, me leería hasta su lista de compras. |