¿Qué intento os mueve o qué furor insano que así queréis tiranizar la tierra? ¿No veis que todo agora está en mi mano: el bien vuestro y el mal, la paz, la guerra? ¿No veis que el nombre y crédito araucano los levantados ánimos atierra |
¿Qué intento os mueve o qué furor insano que así queréis tiranizar la tierra? ¿No veis que todo agora está en mi mano: el bien vuestro y el mal, la paz, la guerra? ¿No veis que el nombre y crédito araucano los levantados ánimos atierra |
Véranse por los ojos y escrituras en los presentes tiempos y pasados crueldades, ruinas, desventuras, infamias, puniciones de pecados, grandes yerros en grandes coyunturas, pérdidas de personas y de estados; todo por no sufrir el indiscreto la peligrosa carga del secreto. |
Con ímpetu y violencia semejante los indios a los nuestros arrancaron, y sin pararles cosa por delante en furiosa corriente los llevaron, hasta que con veloz furor pujante de la cerrada plaza los lanzaron, que el miedo de perder allí la vida les hizo el paso llano a la salida. |
Los que Lautaro escoge son soldados amigos de inquietud, facinerosos, en el duro trabajo ejercitados, perversos, disolutos, sediciosos, a cualquiera maldad determinados, de presas y ganancias codiciosos, homicidas, sangrientos, temerarios, ladrones, bandoleros y corsarios |
Y a vueltas del estruendo y muchedumbre también en la vitoria embebecidas, de medrosas y blandas de costumbre se vuelven temerarias homicidas; no sienten ni les daba pesadumbre los pechos al correr, ni las crecidas barrigas de ocho meses ocupadas, antes corren mejor las más preñadas |
...dice a los dos: "¡Oh caso vergonzoso, que a tres nos siga un indio solamente, y triunfe de nosotros victorioso! No es bien que de españoles tal se cuente: volvamos y de aquí jamás pasemos si primero morir no le hacemos" |
Quien por camino incierto, quien por senda áspera, peligrosa y desusada bate al caballo y dale suelta rienda, que el miedo es grande y grande la jornada; el bárbaro escuadrón, con grita horrenda, por sierra, monte, llano y por cañada las espaldas los iba calentando, hiriendo, dando muerte y derribando |
Unos deja tullidos y contrechos, otros para en su vida lastimados; a quien hunde el pescuezo por los pechos, a quien rompe los lomos y costados cual si fueran de blanca cera hechos; magulla, muele y deja derrengados y en el mayor peligro osadamente se arroja sin temor de armas y gente |
En una nube una mujer venía cubierta de un hermoso y limpio velo con tanto resplandor, que al mediodía la claridad del sol delante Della es la que cerca dél tiene una estrella |
En esto Eponamón se les presenta en forma de un dragón horrible y fiero con enroscada cola envuelta en fuego y en ronca y torpe voz les habló luego |
Marinero en tierra