Al principio no tenía idea de qué estaba pasando. La autora nos da tanto y tan poco a la vez, pero seguí leyendo porque necesitaba respuestas. Después del primer capítulo todo empieza a desmoronarse y no podía dejar de leer. Mientras leía, una energía febril se apoderó de mí, me sentí sombría e hipnotizada por toda la atmósfera de la narración. El horror, el drama, la fantasía, la crueldad se mezclan con la realidad y en un punto me pregunto cuánta de esa crueldad es ficción o no. En esta historia seguimos a Juan, un médium, que tiene que trabajar para La Orden, un culto que adora la Oscuridad y su objetivo es alcanzar la inmortalidad. Seguimos todo lo que hace la Orden para lograrlo mientras que Juan tiene otros planes. Su objetivo es proteger a su hijo de ellos y asegurarse de que no termine con la misma vida que él. Más adelante, conocemos cómo queda la vida de su hijo, Gaspar, después de todas las decisiones que tomó por él. El libro no está narrado cronológicamente, para que así podamos seguir la vida de los personajes en diferentes etapas de sus vidas durante una época muy oscura en Argentina. Aunque este libro menciona y sucede durante algunos momentos políticos muy importantes y oscuros en la historia argentina, ese no es el núcleo de la novela. Aquí no hay una sola historia. Hay muchas formas de amor, cariño, amistad, miedo y la típica habilidad argentina para encontrar la manera de salir adelante a pesar del horror. Había leído un libro de relatos de Mariana antes de este libro, “Los peligros de fumar en la cama”, apenas unos meses antes y ya me tenía hipnotizada, pero cuando llegué a leer este libro, me abrumó su fuerza y todo se unió a los cuentos anteriores. Ahora espero descubrir todo lo que Mariana ha escrito y espero que haya más por venir. |