Nuestra parte de noche es un rompecabezas escrito en varios tiempos, en el que Juan intentará por todos los medios alejar a su hijo Gaspar de su destino: convertirse en el recipiente del médium que invoca a la Oscuridad en los atroces rituales de una secta secreta llamada la Orden. Con descripciones explícitas y la perspectiva de los diferentes personajes, esta novela entrelaza, en una sola historia y de forma inquietante, distintas versiones de la oscuridad humana y social del momento: la dictadura militar argentina y sus consecuencias, la crónica de una secta secreta, el cambio de roles entre padre e hijo, la muerte y el dolor de los seres queridos, la ambición por el poder y la crueldad humana… En mi opinión, Enríquez lo hace con suficiente ritmo y maestría como para mantener la tensión a lo largo de las casi 700 páginas sin ser cargante. Además, contiene una fuerte crítica social referenciando otros temas como el amor paterno-filial, la consecuencia del trauma, la amistad, la lealtad, la bisexualidad o las devastadoras consecuencias del VIH. Personalmente, nunca me había llamado la atención la literatura con tintes de terror, pero tras esta novela voy a replanteármelo seriamente. Lo que está claro, es que no va a ser la última obra que lea de Mariana Enriquez. |