La oscuridad que conoces

A Eve Taggert se le cae el mundo encima cuando pierde a su hija de doce años Junie. Junie y su mejor amiga han sido asesinadas en un parque y nadie sabe quién ha podido matarlas. Los hechos ocurrieron en Misuri, un pueblo pequeño y pobre del interior de los Estados Unidos, en la zona de los montes Ozark. Un pueblo en el que todos se conocen.

El sheriff de la ciudad y su ayudante –hermano de Eve- están encargados de la investigación. Pero Eve sabe que no van a conseguir averiguar nada y, por eso, ella misma decide tomar cartas en el asunto y proceder a su propia investigación.

Me ha gustado mucho esta novela. Y no sólo por la historia criminal en sí –que está bien y depara unas cuantas sorpresas- sino, sobre todo, por la ambientación y los personajes.

La ambientación es fantástica. Es el tipo de historia que sólo puede ocurrir en una población americana. Una ciudad pequeña, en la que todos se conocen y están al tanto de lo que hacen los demás. Una ciudad en las que las cosas se hacen de una manera especial, en el que el ritmo de la vida también es especial, en el que cada uno tiene su lugar y en la que este tipo de crímenes no pueden suceder.

Pero la peor pesadilla de una madre ha sucedido y Eve Taggert no piensa conformarse. Debe saber quién ha matado a su hija, una niña buena que no hizo nunca daño a nadie ni se había metido en ningún lío. Y, cuando lo sepa, actuará en consecuencia.

Para ello, Eve va a tener que escarbar en su propia vida. Eve es una mujer soltera, nunca se casó y nadie sabe quién era el padre de Junie. La tuvo muy jovencita y le cambió la vida, en este caso para bien. La infancia de Eve y su hermano no fue fácil pero les ha hecho ser fuertes. Y ahora Eve tiene que demostrar esa fortaleza.

“La oscuridad que conoces” no es sólo una novela de intriga. A pesar de lo corta que es (no llega ni a trescientas páginas) tiene más contenido del que parece a primera vista. Hace una caracterización bastante profunda de la protagonista, Eve Taggert; conoceremos mucho de su infancia y así sabremos por qué es cómo es. En realidad, todo lo relacionado con la familia está muy presente en la novela lo que la convierte también en una novela de carácter familiar, con secretos que han de descubrirse.

La autora sabe cómo enganchar al lector. No hay más que leer la primera frase para descubrirlo: “Murieron durante una tormenta insólita en abril, en un charco de sangre sobre un lecho de nieve sucia”. Y no sólo sabe cómo engancharle sino también cómo mantenerle así, con una historia sumamente entretenida en la que hay mucho por descubrir. Y eso hasta llegar al final, absolutamente redondo. Un final que me ha encantado.

La novela se estructura en una especie de prólogo titulada “El final”, veinticinco capítulos de corta extensión y un epílogo titulado “El principio”.

Los personajes están bien desarrollados. Sobre todo Eve, que no es un personaje precisamente fácil. Pero también, en la medida que lo requiere la historia, los demás personajes (que tienen el carácter de secundarios): los padres de la otra niña asesinada, la madre y el hermano de Eve y algún otro. No son demasiados personajes y por eso a la autora le da tiempo a definirlos.

Conclusión final

Me ha gustado mucho. Una novela de intriga que puede calificarse de “noir rural”, típicamente americana, que combina una investigación criminal con una historia familiar.

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